Por Javier Adelfang
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Foto: Ante este escenario desafiante, surge una oportunidad para la innovación y la adaptación en el mercado inmobiliario.
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El índice, que se elabora a partir de encuestas a participantes de distintas áreas del sector inmobiliario, marcó una puntuación de 46, por debajo de la medición de abril pasado (47).

Cabe aclarar que toda cifra por encima de 50 puntos implica optimismo respecto al futuro de la industria, mientras que por debajo de 50 todo lo contrario.

Según los especialistas de CRE, el actual puntaje revela un panorama de cautela respecto al 2024 con mayores desafíos durante el año y con una tasa de ocupación menos alentadora que la que se pronosticaba hace unos meses.

Pese a ello, el análisis de los datos también revela que se espera que el valor de los alquileres aumente ligeramente el año próximo.

En lo que respecta al mercado de capitales, la encuesta refleja datos que revelan una cautelosa esperanza, ya que se esperan que el costo del financiamiento se mantenga algo, sin embargo, que la disponibilidad de fondos continue alta como en la actualidad.

Por otro lado, desarrolladores y propietarios de edificios esperan que el volumen de sus transacciones disminuye, pero a una tasa menor que el ritmo que se esperaba en abril.

Ante este escenario desafiante, surge una oportunidad para la innovación y la adaptación en el mercado inmobiliario. Los desarrolladores deben explorar estrategias creativas que se adapten a la realidad post pandemia que les permita optimizar sus carteras, considerando enfoques sostenibles y tecnológicos que agreguen valor a las propiedades ya existentes y a las que están por venir.

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Además, teniendo en cuenta el panorama actual de altas tasas de interés, la búsqueda de nuevas fuentes de capital y asociaciones estratégicas serán clave para mitigar los impactos previstos. La flexibilidad que puedan adoptar las empresas para adaptarse a la situación serán parte importante de la estrategia al éxito en medio de las turbulencias.

Un punto que destacar de la encuesta es que los cambios respecto a la de abril pasado son mayoritariamente pequeños, sobre todo al comparar con variaciones en encuestas anteriores, lo que apoya la idea de una percepción en el mercado de estar tocando fondo y que las condiciones podrían ir mejorando.

(Con información de CRE)

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