Por Mariana Sáenz 
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Fotografías: Imágenes con carácter ilustrativo, cortesía de shutterstock. 

La evolución del concepto de oficinas verdes en los últimos años ha sido radical. Tras el gradual regreso a los espacios de trabajo, la sostenibilidad se ha convertido en un tema que va más allá del impacto positivo; ahora se valora como una herramienta de competitividad y una base para fortalecer el bienestar de los colaboradores.

Incluso, se considera un factor vital para atraer talento humano. Sus aplicaciones también han avanzado significativamente, incluyendo certificaciones de eficiencia energética, la conceptualización arquitectónica del confort ambiental y la creación de zonas verdes con propósito.

Estar alineado y en armonía con el medio ambiente en una empresa, desde su gobernanza hasta su lenguaje constructivo, sin duda aumenta su proyección y oportunidades de negocios.

Sostenibilidad, el nuevo pilar de las inversiones

Contar con una empresa o marca que conoce el entorno, la naturaleza del país donde reside y su análisis de impacto es una excelente carta de recomendación para estrategia de negocios. Esto está demostrado y el caso de Navégalo nos permite visualizarlo con mayor claridad.

Esta empresa latinoamericana de datos tiene una trayectoria cercana a los 20 años. Llegó a Costa Rica en el año 2023 con objetivos muy claros, pero uno de ellos destaca: un enfoque de sostenibilidad acorde al país.

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Por su alto consumo energético – posee aproximadamente 300 racks para su sistema – y la disposición del edificio, la manera más efectiva de instaurar prácticas sostenibles era enfocar su operación en la eficiencia energética y el reciclaje.

Con el objetivo de alinearse con la meta de carbono neutralidad en Costa Rica, el equipo responsable implementó equipos altamente eficientes que garanticen un uso práctico. Para lograrlo, han instalado paneles solares que permiten obtener energía renovable y han complementado esto con equipos de alta eficiencia para los aires acondicionados. Una vez adquiridos, se avanzó con el proceso de certificación, meta clave para la organización.

Sin embargo, la visión va más allá; si su operación estaba en suelo costarricense, un país mundialmente conocido por su biodiversidad y su enfoque verde era necesario reforzar el camino. De esta manera alcanzan la certificación ISO 50001 que se especializa en uso eficiente de energía, así como ISO 14064 e ISO 14001 que valoran prácticas amigables con el ambiente. Para el 2025 valoran alcanzar el uso al 100% de energía renovable.

Según cuenta Tyson Ennis, CEO de Navégalo, esto les ha posicionado para la atracción de clientes que desean Costa Rica como destino, porque todo este enfoque de sostenibilidad lo conocen y es de impacto. Gracias a estas características, la sede costarricense compite con centros de datos de Finlandia o Islandia.

Sin embargo, la sostenibilidad tiene una gama muy amplia de acciones que se pueden implementar en un inmueble. Se ha abierto paso al interior de sus instalaciones iluminación con activación por sensor para minimizar el gasto energético en espacios vacíos, así como el mismo mecanismo en la grifería.

Otra medida que ha cobrado gran fuerza es el diseño de zonas atractivas en cuanto a diseño para el reciclaje. Con esto las empresas buscan que sea un sitio que invite a participar, idealmente aporte información de interés para la política de reciclaje interno y a su vez, sea un incentivo para que tenga un impacto expansivo a otras empresas.

De esta manera, una oficina amigable con el ambiente va de la mano con tecnología de innovación que busca maximizar los recursos y generar un ahorro considerable en consumo. Mientras, prácticas que pueden parecer simples como el diseño de un espacio con impacto de conciencia ambiental pueden elevar la capacidad de un edificio para aplicar la reducción, el reuso y el reciclaje de materiales producidos por su propio ecosistema de negocios.

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La naturaleza y lo autóctono como referencia

Tanto la naturaleza como los recursos autóctonos son elementos a considerar, y nuestros antepasados son maestros que nos dejaron bases de cómo hacer las cosas. Una evolución de estilo de vida con buenos cimientos es un gran refuerzo a la sostenibilidad.

Esto porque, en primer lugar, la naturaleza otorga todo lo necesario y en correcta medida para la prosperidad, que junto con el ingenio humano crea confort. Por otra parte, el conocer a detalle el entorno garantiza un diseño acorde a las expectativas, además de evitar greenwashing.

Cuando una edificación inicia desde cero, el diseño tiene un gran compromiso, que es comprender a fondo el entorno, tanto desde la perspectiva social que lo rodea como los elementos naturales que se le otorgan.

La verdadera investigación para identificar y comprender los vientos predominantes en el terreno, las horas y orientación de sol directo, los patrones de pluviometría, la flora circundante o propia del clima, las condiciones morfológicas del terreno y la naturaleza preexistente son los mejores referentes para las claves de un diseño realmente amigable con el ambiente.

Contar con estos datos es realmente vital para un resultado efectivo y armonioso con el entorno, desde el punto de vista de diseño hasta de factibilidad. Ahora, desde la visión del estudio de arquitectura Luz de Piedra, su socio fundador Pietro Stagno, amplía más este alcance al hacer énfasis en que es parte del diseño arquitectónico reconocer y validar el arraigo de una construcción hacia la identidad del sitio en que se construye.

Esta visión también lleva al análisis de que al hacer esto, se podría tener una cadencia visual de edificaciones. No es una casualidad que sitios como Guanacaste o Limón tengan un estilo arquitectónico característico y reconocible. Sus habitantes conocen las cualidades locales del clima y la vegetación, lo que han replicado en sus construcciones tradicionales para asegurar el confort interno.

Ya con este antecedente, es necesario volver a la comunión y entendimiento que se tenía. Esto permitirá eficiencia y ahorro una vez que el espacio es habitable, que también es aplicable en inmuebles destinados a la dinámica corporativa.

El uso natural de las corrientes de aire para ventilación cruzada interna por ventanales o cubiertas, que refresquen el interior gracias al paso del aire, minimiza el consumo energético por el encendido durante ocho horas o más del aire acondicionado u otros elementos mecánicos, que pueden ser nada más utilizados en ciertos ciclos del día. La mejora de la calidad del aire es otro punto a favor para un espacio interno confortable, algo clave para el bienestar de los colaboradores.

Además, si hay posibilidad de aprovechar la luz natural con ventanales, terrazas o claraboyas; fortalece el traer el exterior al interior. Costa Rica es un país privilegiado que permite desde casi toda perspectiva admirar sus montañas, pero ¿qué sucede si no hay opción para una panorámica? Stagno tiene una propuesta que abarca dos intenciones: generar filtración de aire para permitir circulación interna, potenciar la sensación fresca dentro del inmueble y generar un microclima con proyección estética interior: pantallas verdes como persianas.

El conocimiento real del entorno abre camino a una arquitectura consciente, la real oportunidad de crear diseños tropicalizados y no réplicas, que muchas veces desde la funcionalidad no se adaptan a nuestro clima.

Revalorar las cualidades constructivas nativas de un área dan posibilidad de abrir la perspectiva de diseño para aprovechamiento de agua llovida para segundos usos, mejor resultado acústico, regulación térmica eficiente desde la base de los elementos naturales, espacios cristalinos con luz natural, pero sobre todo colaboradores con altas tasas de bienestar y buenos índices de productividad.

Es importante tomar en cuenta que, más allá de las certificaciones como LEED o EDGE, Costa Rica cuenta con una propia que contempla esos principios de tropicalización, conocida como la norma RESET (Requisitos para Edificaciones Sostenibles en el Trópico), creada por el Instituto de Arquitectura Tropical. Su objetivo es que se logren incorporar políticas y estrategias que reduzcan el impacto ambiental del sector de construcción aplicando buenas prácticas desde las fases iniciales.

Según el “Mapeo de la oferta de servicios de arquitectura, ingeniería y construcción en Costa Rica”, realizado por PROCOMER en 2021, el 51 % de las empresas del sector aseguran tener experiencia exportando sus servicios; una excelente oportunidad para crear valor en prácticas medioambientales asertivas en este rubro. Además, la banca ha evolucionado a este concepto creando también créditos verdes, medidas que en un futuro tendrán dominancia en el mercado.

Estrategia verde con sincronía

Evidentemente los parques industriales no están fuera de este movimiento de conciencia ambiental, es un sector de crecimiento sostenido en el país con gran influencia en la dinámica económica.

Los retos son proporcionales a su encomiable labor, pero sí son factibles, abordados desde las particulares necesidades de las plantas productivas que en ellos se encuentran. También, como lo demuestra Marco Chacón, arquitecto en PIASA, hay un esquema de valoraciones que permite un buen plan de acción hacia la sostenibilidad de este tipo de edificaciones.

El consumo energético es un factor de peso en este tipo de construcciones, por lo cual estrategias de negocios inteligentes apoyadas desde la disposición constructiva como la colocación de aislamientos térmicos, en edificaciones envolventes, por ejemplo; ya sea en techos o paredes que se exponen a horas de sol, para tener un control de la sensación de temperatura interna en un grado confortable para los usuarios y que permita disminuir la dependencia de aires acondicionados. Este tipo de aislante tiene varias cubiertas en capas con núcleo de espuma, así el calor no cala hacia el interior.

También el color es un elemento para considerar en el exterior de estas naves industriales, colores claros junto con el aislamiento repelen, en cierto grado, la absorción de calor en el material y por ende la expansión completa hacia el interior.

Teniendo ya solucionada la parte de manejo de temperatura interna, Chacón habla de una materia prima muy usual en este tipo de edificaciones: el agua. Contar con patrones de consumo tradicional se pueden cambiar al aprovechar el agua llovida para riego de zonas verdes, la instauración de grifería con inyección de aire para menos uso del vital líquido sin sacrificar la sensación de caudal.

La sostenibilidad solo funciona si por parte de todos hay participación y aportes, por esto otra de las medidas tomadas es la instalación de orinales que no utilizan menos agua gracias a aireadores para el traslado al desagüe del desecho, inclusive secos.

Continuando con este enfoque, el paisajismo en estas edificaciones es un recurso necesario para la estética visual. Los jardines no solo ofrecen belleza a las instalaciones, sino que además se pueden convertir en zonas de encuentro. Entonces, con esta premisa, sembrar plantas de bajo mantenimiento y necesidad de riego se vuelve fundamental.

Chacón habla del estilo xeriscape, paisajismo surgido en zonas áridas de Estados Unidos, compuesto por plantas con bajo consumo de agua como cactus y suculentas.

Finalmente, no hay sostenibilidad sin infraestructura para movilidad alternativa. Estos parques industriales ya cuentan con disposición de diseño para ciclovías, parqueos de bicicleta, zona de carga para autos eléctricos y una cultura de promoción del carpooling.

De esta manera, la construcción sostenible es un elemento importante para fortalecer las políticas de competitividad y atracción de inversión. Una tarea que, con creces, devuelve sólo bondades a los usuarios.

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