Por Danny Canales
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En río revuelto, ganancia de pescadores. Esa frase calza a la perfección con lo que está sucediendo en Panamá en el segmento inmobiliario.

Por un lado, hay cada vez más desarrollos disponibles con un fuerte acumulo de metros cuadrados y, por el otro, los precios han empezado a bajar, en procura de hacer atractivo el mercado para inversionistas.

La situación actual es bastante desesperante. La oferta de vivienda, comercio y oficina ha caído a cifras que no se habían visto en años.

[quote width="auto" align="none" border="#002f56" color="#59a3d9" title=" "]Especialistas del sector describen que el problema es ocasionado por un “tormenta perfecta” en la que incide el cambio de gobierno y la inclusión de Panamá, por segunda vez, en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi).

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Esa situación ha alejado a los inversores extranjeros, quienes se mantienen al margen de las políticas que tomen las nuevas autoridades para enfrentar la crisis para reconsiderar las inversiones en esa nación.

Hoy el sector construcción registra un 30% de apartamentos vacíos y más de 600 mil metros cuadrados disponibles.

A eso se suma que en el primer cuatrimestre del año se registró una caída de 18% en los permisos de construcción en el distrito de Panamá, la más baja en ocho años.

Las cifras representan un duro golpe a la economía panameña partiendo de que el sector de la construcción aporta cerca del 18% del producto interno bruto panameño.

Solo de enero a abril, el monto de inversión cayó unos $55 millones, al pasar de $306.7 millones del año anterior a $251.7 millones este año.

Las consecuencias es que “hay un inventario importante de apartamentos de lujo, de oficinas y locales comerciales, rubros que se han desacelerado", reconoció Héctor Ortega, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).

Sin embargo, la tormenta para unos es la oportunidad para otros; considerando que los precios de los desarrollos se han empezado a poner interesantes.

En todos los niveles están bajando tanto los precios de ventas como los de alquiler.

Lo anterior porque las promotoras están siendo muy agresivas, han ajustado sus tarifas y dan mejores promociones para adaptarse a la situación que atraviesan, destacó Luis Eduardo Pimentel, presidente de la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (Acobir).

"En una desaceleración hay un mercado de compradores y si están bajando los precios, ese exceso de inventario hace que en el mercado se ofrezcan promociones", enfatizó.

A criterio de Ortega la rebaja en los inmuebles debe ir emparejado con un empuje en sectores económicos como el turismo, aprovechando la ubicación geográfica del país. "Pero para hacer eso hay que mantener políticas públicas que incentiven la inversión extranjera en Panamá", dijo.

La situación es apremiante ya que, a pesar de que los desarrollados están pegados, los inversionistas deben seguir pagando los préstamos al banco.

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