Por Danny Canales
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El mercado de la construcción de vivienda comercial no pasa por un buen momento en Costa Rica.

Cayó un 5% en el último periodo, afectado principalmente por el desplome de proyectos de condominios y apartamentos.

Durante 2018 se construyeron 3.340 viviendas menos en esas dos modalidades con respecto al 2017, lo que representó una reducción del 29% en promedio.

[quote width="auto" align="none" border="#002f56" color="#59a3d9" title=""]El impacto negativo en la construcción se da más intensamente en cantones de gran actividad y población como Garabito, en donde la caída fue del 71%, o Tibás, en donde el impacto negativo fue del 55%.

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A eso se suma que el tamaño de las viviendas se redujo en poco más de 3 metros cuadrados (m2), al pasar de 91,3 m2, en promedio en 2017, a 88,2 m2 el año pasado.

Estos son algunos de los hallazgos del informe Nacional sobre la Situación de Vivienda y Desarrollo Urbano, presentado esta mañana por la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi).

Son varias la causas de que el sector se contraiga. Destacan el aumento en los costos de los materiales en un 4,52% y el alza en las tasas de interés en los créditos en colones en la banca púbica, que es la que aglutina el 61% del mercado en esa moneda.

En términos reales, el dinero en moneda local que dejó de colocar la banca estatal alcanzó los ¢176 mil millones, con respecto al periodo anterior.

Pero no solo las entidades públicas sufrieron la merma en los créditos. En todo el sector (incluyendo banca privada, mutuales, cooperativas), el crédito colonizado se desplomó en más de ¢301 mil millones.

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Y la expectativa no es halagüeña en el corto plazo, pues se percibe una tendencia a la mesura por la entrada en vigor del Impuesto de Valor Agregado (IVA), a partir de este 1º de julio.

[quote width="auto" align="none" border="#002f56" color="#59a3d9" title=""]El impacto de este impuesto en la construcción va a ser variado, ya que afectará los servicios profesionales, materiales y las ganancias, lo cual se estima que podría impactar la actividad en un 9%.

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Para la economía costarricenses, estas cifras son preocupantes, considerando el fuerte impacto que tiene la actividad, sobre todo la residencial, que es el mayor porcentaje de todas las ramas de la construcción.

“Desafortunadamente eso no se estudia o analiza en el país con la importancia debida”, consideró el estudio.

Un ejercicio realizado por investigadores, reveló que solo en permisos de construcción la actividad le genera a cantones como Escazú un aporte de ₵ 273 millones; a Santa Ana ₵ 180 millones; a Pérez Zeledón ₵170 millones, solo para citar algunos.

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