Por Danny Canales

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Foto: La limitación por parte del gobierno para construir en zonas de alta demanda fue uno de los factores que incidió en que el mercado mermara el año pasado.

Un peligroso cóctel que incluye entre sus componentes el límite al crédito, la restricción para construir en ciertas zonas y el estancamiento de la obra pública, están mermando el mercado de la construcción en Costa Rica.

Las tres circunstancias se conjuntaron durante 2017 para tumbar en un 13,3% el número de metros cuadrados tramitados (m2).
Representan 900 mil m2 menos con relación a los que se gestionaron durante 2016. No obstante, aun no se encienden las luces de alarma considerando que se tramitaron 6,4 millones de metros cuadrados; una cifra nada despreciable.

Los sectores más impactados fueron vivienda y comercio; por el contrario, la industria cerró con números positivos.

En el caso de sector vivienda, el impacto se da por el aumento de las tasas de interés que ha registrado el crédito, producto de factores externos e internos.

Por ejemplo hoy los bancos son mas cautelosos al aprobar créditos producto de los constantes ajustes de tasas por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos en los dos últimos años y la presión que produce la asfixiante crisis fiscal que afecta a Costa Rica.

Y si a eso se le suma la imposición de nuevas trabas a la construcción por parte de instituciones públicas, da como resultado el estancamiento de los nuevos proyectos que estaban en trámite.

El año pasado se giraron dos órdenes limitantes. Una que impedía erigir obras verticales en un área que había registrado un boom de ese tipo de obras por parte de las autoridades de aeronáutica y otra que restringía en un radio mayor por justificaciones hídricas.

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No obstante, aunque la primera medida fue derogada y la segunda reformada para reducir el área de restricción, causó la posposición de algunos proyectos que venían en marcha, reconoció Esteban Acón, vicepresidente de la Cámara Costarricense de la Construcción.

El otro componente que golpeó al sector fue el estancamiento de la obra pública, por la lentitud con que avanzan los grandes proyectos de infraestructura.

Destacan entre estas obras la ampliación de las carreteras a Cartago, San Ramón, Limón, Palmar-Paso Canoas, Limonal-Barranca, entre otros.

Para tratar de revertir las cifras en 2018, los constructores están abiertos a promover la aprobación gradual de impuestos al sector para ayudar en el combate a la crisis fiscal.

Además ofrecen el apoyo al nuevo gobierno del presideca Carlos Alvarado, para tratar de reactivar la obra pública.

Con esas medidas se procura mejorar el acceso al crédito, recativar la economía mediante el impulso de la construcción y retomar el crecimiento del sector.

Marcha atrás

El mercado de la construcción sufrió una considerable caída el año pasado, luego de dos buenos años.

Fuente: Cámara Costarricense de la Construcción