Pie de foto: Cortesía Incofer. El tren es una necesidad de transporte que tiene Costa Rica, por trimestre más de 1,3 millones se desplazan por este medio, que opera actualmente con diésel.

Por Danny Canales

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Si se cumplen las promesas de campaña, Costa Rica tendrá en el mediano plazo un tren eléctrico moderno que ayudará en la titánica labor de descongestionar las carreteras del Área Metropolitana.

Eso se concluye al analizar los programas de gobierno presentados por los dos candidatos que se disputarán, en balotaje, la presidencia de la República este domingo 1º de abril.

Como calcados, los dos programas coinciden además en la forma en que pretenden financiar la obra, pues ambos documentos hablan de una alianza público-privada.Costa Rica cuenta actualmente con un viejo sistema ferroviario que se rehabilitó hace cuatro gobiernos como paliativo a la crisis petrolera mundial y que siguió operando debido a la alta demanda en las horas pico en que opera.

Solo en el primer trimestre de 2017 se movilizaron por este medio de transporte más de 1,3 millones de personas, reportó el estatal Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer). Movilizar por autobús a las personas que lo hacen por tren hubiera representado al menos 32.500 viajes, tomando como promedio 40 personas por unidad.

En su plan de gobierno, Carlos Alvarado del oficialista Partido Acción Ciudadana, propone construir “un tren eléctrico de pasajeros mediante alianza público privada, dándole continuidad al proceso de contratación que inició el Incofer en la actual administración”.

Su intención es vincularlo a estaciones multimodales que integren diferentes medios de transporte y ofrezcan, según características, sistemas de estacionamientos y comercio.

El opositor Fabricio Alvarado, del evangélico Partido Restauración Nacional, también ofrece un tren eléctrico en la Gran Área Metropolitana, por alianza público-privada.

Su estrategia se enmarca dentro de una visión de movilidad de personas como un sistema que involucre igualmente carreteras, sectorización de las líneas de autobuses parqueos, comercio y todas las facilidades para que la gente pueda hacer el cambio de servicio fuera de las áreas de alta densidad.

Costa Rica tiene una alta necesidad de implementar sistemas de transporte alternativos y eficientes ante la creciente congestión vial que sufre, como consecuencia del gran aumento del parque automotor en los últimos años que no va emparejado con el crecimiento de la red de carreteras. Esa condición ha llevado a las autoridades de Tránsito a impedir la circulación de vehículos particulares por el centro de la capital un día a la semana.