Por Javier Adelfang, economista
jadelfang@invesioninmobiliariacr.com

En enero de 2020 un ataque sorprendió al líder francés de la construcción Bouygues, tomando como rehén 200 gigabytes de información sensible y generando retrasos en varios de sus proyectos.

En 2019, Byrd construction, uno de los importantes jugadores canadienses de la industria sufrieron un ataque similar en el que los ciber criminales le exigían a la empresa casi $7 millones para devolver 60 gigabytes de información que habían bloqueado y encriptado.

Estos son solo algunos de los casos que han salido a la luz en que empresas del sector construcción han sido extorsionadas por actividades cibercriminales cada vez más sofisticadas y peligrosas. ¿Se imagina que su empresa pudiera sufrir uno de estos ataques?

Hoy el sector se posiciona como una de los principales objetivos del cibercrimen. El sitio especializado Cybertalk lo posiciona como el tercero más atacado, y otros estudios señalan que uno de cada seis constructores han sufrido algún tipo de ciberataque.

El crecimiento de estas prácticas en la industria pone de manifiesto la brecha de seguridad y protección de datos que aún prevalece en comparación con otros sectores, la cual estaría relacionada con la falta de regulaciones en el manejo de privacidad y datos que sí se ha aplicado a otros sectores como el financiero, según la firma especialista en ciber seguridad Maynar Nexsen. De esta manera, muchas empresas han pospuesto el fortalecimiento de sus sistemas de seguridad creando serios déficits de seguridad.

Los piratas cibernéticos lo saben, y esto los ha puesto sobre lo que ellos consideran hoy un blanco fácil.

Los mayores riesgos

Algunos de los principales riesgos de ciberseguridad a los que se enfrenta actualmente la industria de la construcción, según el especialista Smarttech son:

Phishing: se trata de una forma cada vez más común de ataque, no solo en la construcción, sino en todos los ámbitos. En esta los delincuentes envían correos electrónicos o mensajes falsos que parecen legítimos para engañar a los empleados de la empresa y obtener información confidencial o instalar algún tipo de virus que luego les permitirá “saquear” la información del sistema.

Ransomware: en estos ataques los ciberdelincuentes toman posesión de datos sensibles de la empresa, los encriptan y luego exigen un rescate para desbloquearlos.

Vulnerabilidades en el Internet of things (IoT): Con la creciente adopción de dispositivos IoT, los dispositivos IoT mal protegidos pueden transformarse en puntos de entrada a los sistemas de la empresa.

Amenazas Internas: muchas veces el riesgo puede provenir del interior de la empresa, a través de empleados descontentos, o de acciones no intencionales, por lo que una gestión estricta en cuanto al acceso a la información así como la concientización en la empresa sobre temas de ciberseguridad se transforman en una variable clave para evitar ataques.

Fuente: Con información de: Maynar Nexsen, The Register y Smartech

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