Por Redacción INversión INmobiliaria
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Debido a las fluctuaciones en el mercado causados por el COVID-19 los hábitos de consumo han cambiado. Las cadenas de distribución y las industrias de todos los ámbitos se encuentran bajo un parteaguas en la historia de la economía global.

La demanda ha empujado a quienes prestan productos o servicios a dar saltos tecnológicos agigantados. ¿Qué es lo que definirá al nuevo consumidor que surge de esta crisis?

De acuerdo con Monitor Deloitte (Escenarios COVID19), el impacto de la situación global reestructurara la distribución de la renta disponible per cápita. Esto significa que si el consumidor promedio contaba con un gasto aproximado en ciertos nichos (vivienda, alimentación, ahorro, viajes y hoteles, etc.) antes de la crisis, estos por una parte se reducirán durante la etapa de aislamiento, y el remanente se repartirá de manera distinta.

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Es decir, que la etapa de aislamiento traerá consigo una contracción en el poder adquisitivo del consumidor común, naturalmente debido a la desaceleración económica presentada a nivel global. Para dar una idea de las áreas de oportunidad, se estima que las mayores contracciones en la distribución de la renta disponible per cápita se encontrarían en sectores como el restaurantero, hotelería, e incluso retail.

Consecuentemente una vez que la crisis pase y las economías comiencen a entrar a una etapa de recuperación, se estima que el gasto en estos segmentos tome un repunte. Sin embargo, si bien los gastos pueden retomar su lugar (no al mismo ritmo que mantenía precrisis), los modelos de las empresas deberán presentar una enorme reestructuración a consecuencia del nuevo consumidor que se gesta y la demanda que trae consigo.

Según el mismo reporte, existen 4 conceptos a los cuales el mercado deberá adaptarse a consecuencia de estos cambios:

• Consolidación del canal online (y marketplaces)
• Nuevas exigencias de compra
• Modelos de compra / producción de menor riesgo
• Aceleración del cambio en marketing mix

Estos cambios estructurales son los que terminaran por satisfacer las demandas del nuevo consumidor. Estas demandas podrán ir desde el aumento en proyectos inmobiliarios orientados a logística y derivados del e-commerce, como pueden ser la innovación en procesos de planeación comercial y ventas digitalizadas las que cambiaran las reglas del juego.

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