Colombia desafía desalentadora tendencia de economías latinoamericanas

El crecimiento y la inversión se están manteniendo firmes a pesar de la crisis de Venezuela y del frágil proceso de paz. El gobierno anunció nuevos emprendimientos extranjeros por un valor de más de US$1 mil millones. Por Redaccion INversión INmobiliariainfo@inversioninmobiliariacr.com Foto: Bogotá, Colombia (cortesía de istock). Cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) examinó las perspectivas de Latinoamérica el mes pasado, decidió que debía ser mucho menos optimista acerca de las previsiones de crecimiento para todas las economías más grandes de la región, exceptuando una. Colombia, dijo el FMI, todavía estaba en camino de crecer un 3.4 por ciento en 2019, probablemente el más alto porcentaje de entre las seis grandes economías de la región. Y aunque el FMI hizo grandes recortes a las previsiones de otros países, desde Brasil hasta México, para 2020, sólo redujo su estimación para Colombia en una décima de punto porcentual a 3.6 por ciento, la cual sería la mejor tasa de crecimiento del país desde 2014. El pronóstico relativamente optimista enfatiza que, mientras otras economías latinoamericanas han sucumbido a las protestas populares, a las consecuencias de la guerra comercial entre EEUU y China, y a la turbulencia política, la economía de Colombia se ha mantenido notablemente resistente, impulsada principalmente por la demanda interna. Las ventas minoristas y los préstamos a los consumidores han crecido a tasas de dos dígitos durante los últimos meses. La inflación se encuentra en un manejable 4 por ciento, y la inversión extranjera directa (IED) está floreciendo; sin embargo, exactamente qué factores están alimentando esta confianza por parte de los consumidores y de las empresas es debatible. [quote width="auto" align="none" border="#013e76" color="#59a3d9" title=""]"Es un rompecabezas único en Latinoamérica, pero es un buen rompecabezas", dijo Ernesto Revilla, jefe de economía latinoamericana de Citibank. "El crecimiento se ve bien, incluso excepcional en comparación con el resto de la región; la inflación está bien; las tasas de interés están bien; e incluso la reforma fiscal del año pasado, aunque no fue tan exitosa como nos hubiera gustado, fue un paso en la dirección correcta", él agregó..[/quote] Algunos economistas dicen que Colombia finalmente está generando un dividendo de paz luego de la firma en 2016 del histórico acuerdo entre el gobierno y la guerrilla marxista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los turistas están visitando el país en mayores cantidades, y los inversionistas extranjeros parecen estar dispuestos a invertir en el país, a pesar de que la paz sigue siendo frágil. La semana pasada, el presidente Iván Duque Márquez desplegó 2500 soldados en el suroeste del país para combatir un alarmante aumento de la violencia, atribuido a los exmiembros de las FARC que se negaron a firmar los acuerdos de paz. Lea también: Malestar económico en América Latina está detrás de año turbulento Otros señalan los resultados de las elecciones del año pasado como un catalizador para el optimismo. "Durante los meses previos a las elecciones existía un verdadero temor de que la extrema izquierda pudiera ganar. La gente pospuso sus planes de inversión". "Una vez que desapareció ese miedo, las compañías comenzaron a reactivar sus planes, y eso todavía se siente en la economía", explicó el empresario. Juan Pablo Espinosa, un economista de Bancolombia en Bogotá, dijo que los colombianos también se estaban beneficiando de remesas más altas — las cuales, según él, han alcanzado un récord histórico en términos de pesos — y de un acceso más fácil al crédito conforme los bancos tratan cada vez más con una clase media en crecimiento. [quote width="auto" align="none" border="#013e76" color="#59a3d9" title=""]"Eso les está permitiendo a las familias comprar bienes duraderos que antes estaban fuera de su alcance", explicó el Sr. Espinosa, y agregó que Bancolombia anticipaba que la ola de gastos durara todo el 2020.[/quote] El optimismo fue evidente en una cumbre de inversión en Bogotá la semana pasada durante la cual el gobierno anunció nuevos emprendimientos extranjeros por un valor de más de US$1 mil millones. La compañía de construcción británica John Laing Group dio a conocer su primera incursión en Latinoamérica, comprando una participación del 30 por ciento en un proyecto de construcción de carreteras en el noreste del país, mientras que la empresa Camposol de Perú dijo que destinaría US$150 millones a la producción de aguacate. En vísperas de la cumbre, un consorcio chino cerró un contrato de US$4.3 mil millones para construir la primera línea del tan esperado sistema de metro de Bogotá. El desempeño económico es aún más admirable dado que Colombia está soportando la peor parte de la crisis migratoria venezolana. Unos 1.4 millones de venezolanos han cruzado la frontera durante los últimos años, lo cual ha sobrecargado los servicios públicos. El frágil proceso de paz tampoco es el único problema político. El gobierno del Sr. Duque Márquez sufrió contratiempos en las elecciones locales del mes pasado, y el índice de aprobación del presidente se ha mantenido por debajo del 40 por ciento. El mes pasado, el tribunal constitucional dictaminó que su reforma tributaria, impulsada apresuradamente a través del Congreso hace un año, no es válida y tendrá que volver a presentarse antes de fin de año. El miércoles, su ministro de Defensa renunció después de que se reveló que las fuerzas armadas habían matado al menos a ocho niños durante un bombardeo en un campamento guerrillero y luego habían encubierto el incidente. Los economistas tienen algunas preocupaciones. La primera es la debilidad del peso, el cual se depreció un 8 por ciento frente al dólar durante el tercer trimestre y ha estado en una trayectoria descendente durante todo el año. La segunda preocupación es el déficit de cuenta corriente que, en más del 4 por ciento, es más alto que el de cualquier otra economía importante de Latinoamérica. El gobierno insiste en que el déficit está totalmente financiado por una sólida IED, la cual aumentó un 24 por ciento durante el primer semestre de este año; pero no todos están convencidos. "La única señal de advertencia sobre la economía es el déficit de cuenta corriente", dijo el Sr. Revilla. "Si un país tiene un déficit creciente, esto sugiere que hay una falta de ahorro doméstico". Otros cuestionan cuánto tiempo puede durar el auge del gasto de los consumidores, particularmente porque el desempleo está aumentando poco a poco y el crecimiento de los salarios es lento. "Creemos que probablemente se desacelerará en los próximos trimestres", opinó Quinn Markwith, economista en asuntos latinoamericano de Capital Economics. "Ésta es una de las razones por las que nuestro pronóstico de crecimiento del 2.3 por ciento para 2020 se encuentra en la parte inferior del rango de consenso", explicó el Sr. Markwith. Por ahora, sin embargo, Colombia sigue produciendo tasas de crecimiento del 3 por ciento o más cada trimestre. "A pesar de que Latinoamérica todavía está rezagada en muchas áreas, existen algunos puntos positivos", expresó José Manuel Restrepo Abondano, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, durante la cumbre de inversiones la semana pasada. "Uno de esos puntos positivos es Colombia", él agregó. © 2019. Revista Inversión Inmobiliaria SRL. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.