Jóvenes buscan flexibilidad y se inclinan por soluciones verticales para vivir

Los Millenials se identifican con sitios que les otorguen movilidad, comunidad y un mejoramiento en su calidad de vida. Por Joanna Nelsonjnelson@inversioninmobiliariacr.com Descarga aquí el pdf. Los jóvenes son un dilema para la industria inmobiliaria. No se complican, no quieren compromiso ni amarras con operaciones financieras a 30 años plazo; resuelven el día a día y están dispuestos a mudarse cada vez que sus trabajos o visión de vida así se los demande. Esta es la descripción de la generación que debería ser el mercado potencial de las desarrolladoras inmobiliarias; pero que se está abocando por alquilar. En Costa Rica, la radiografía del sector residencial determina que 285.531 viviendas están alquiladas y son ocupadas por 941.973 personas, según la Encuesta Nacional de Hogares de julio del 2018, efectuada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). De esas casas arrendadas, 246.224 se localizan en zona urbana, mientras que 39.307 están en área rural. De las viviendas contabilizadas en la encuesta del INEC, 37.288 se ubican en un edificio, sea un condominio vertical o apartamentos. Las unidades habitacionales de mayor atractivo para los jóvenes son estudios, casas o apartamentos pequeños, sean solteros o con pareja, de acuerdo con consultas realizadas a representantes de entidades bancarias del país y a expertos en la materia. Desapego y comodidad, la nueva regla José Luis Salinas, arquitecto y presidente del Grupo Inmobiliario del Parque, explica que hay un sector de la población que aprecia mucho la flexibilidad y que, por diversos motivos, no necesariamente busca “amarrarse” a un lugar: los Millenials, quienes tienen entre 18 y 35 años, aproximadamente. Esta generación está dispuesta a cambiar de casa en procura de mejorar su calidad de vida, le gusta viajar, por lo que no son precisamente los mejores compradores de vivienda. “Si hay una empresa que está ubicada en Heredia, aunque sea una maravillosa empresa, y el Millenial vive en Tibás y hay otra empresa que aparece en La Sabana, se pasa a La Sabana, porque el tránsito es despiadado. No es lo mismo lo que fue nuestra generación (los baby boomers), que nos gusta más la estabilidad, el confort, de que llego aquí y no me muevo”, ejemplificó Salinas. Este público escoge alquilar un apartamento y no necesariamente adquirir un inmueble para habitar. Johnny Solís, gerente del Área de Crédito del Banco de Costa Rica (BCR), coincide en que “las personas más jóvenes están poco interesadas en comprar vivienda, prefieren comprar vehículo y alquilar un estudio o apartamento”. No obstante, los que sí se interesan por comprar, aclaró Solís, se decantan por estudios o apartamentos pequeños a los cuales tengan acceso de acuerdo con sus ingresos. El monto promedio para adquirir vivienda oscila entre $100.000 o ¢60 millones y $140.000 u ¢84 millones, agregó el gerente. “Buscan mucho condominio con áreas comunes como: parque de mascotas, club y área de trabajo (lo cual es ideal si teletrabajan)”, expresó Solís, del BCR. Esta predisposición analizada por los funcionarios de los bancos y los especialistas, de querer alquilar y no precisamente comprar, se refleja igualmente a nivel internacional. Una publicación del diario Washington Post del 2018 evidencia cómo el alquilar una vivienda o apartamento en Estados Unidos ya no es visto como una opción a corto plazo en procura de a futuro tener vivienda propia, como sucedía antes. Ahora rentar se ve como una solución permanente (especialmente para los Millenials y baby boomers, quienes están alquilando más), que permite tener un estilo de vida más flexible, que otorgue movilidad, conveniencia y comunidad, señala la publicación del periódico estadounidense. Por ejemplo, para los Millenials que están ingresando al mercado laboral y escalando en su carrera, el alquilar les permite mudarse más fácilmente. Los baby boomers (tienen entre 55 y 75 años), también valoran la movilidad. El artículo del Washington Post analiza que estos baby boomers se percatan de que ya no necesitan una vivienda tan grande, pues sus hijos son mayores de edad o ya se marcharon del hogar, por lo que algunos terminan alquilando. Por otra parte, una encuesta de Harris Poll y Eventbrite determinó que un 78% de los Millenials consultados prefiere pagar por una experiencia más que por algo deseable (como, por ejemplo, un bien material). La oportunidad: espacios pequeños y bien ubicados Dagoberto Hidalgo, subgerente de negocios de Mucap, coincidió que en que los jóvenes prefieren viviendas tipo “aparta-estudio” en vertical. Aunado a ello, se inclinan por soluciones de vivienda versátiles, modernas y contemporáneas. Según Hidalgo, los jóvenes favorecen aquellos proyectos que ofrezcan el valor agregado en amenidades y áreas comunes de esparcimiento, para la práctica de algún ejercicio o deporte y que, además, estén dotados de mucha seguridad, en las cercanías de su trabajo, centros de estudio y centros comerciales. “Este segmento también está mucho más interesado y es más exigente en soluciones que aporten elementos de conservación del medio ambiente”, agregó el subgerente de Mucap. Por lo general, son soluciones de vivienda no superiores a los $120.000, especificó Hidalgo. Adrián Salazar, director de Inteligencia Comercial de la Subgerencia de Desarrollo y Personas del Banco Nacional, comentó que los clientes jóvenes y solteros buscan apartamentos de unos 40 o 50 metros cuadrados, principalmente en desarrollos inmobiliarios verticales y procuran que su unidad habitacional esté cerca de donde desarrollan sus actividades. Las parejas jóvenes optan por apartamentos o estudios pequeños con garaje, con buena ubicación para que el traslado a sus trabajos sea mucho más sencillo. En comparación con los jóvenes solteros, Salazar apuntó que con las parejas jóvenes no cambia mucho la situación, solamente que el área física que buscan es levemente superior: de 60 o 70 metros cuadrados. Mari José Acuña, gerente senior de Productos de Crédito de Scotiabank, comentó que en los últimos meses han observado un crecimiento en el interés por la vivienda vertical entre los clientes más jóvenes, personas solteras o matrimonios jóvenes. “La mayoría de las familias con más de tres miembros también están optando por estas opciones, pero aún mantienen su interés por las propiedades horizontales, siempre en condominio. Las viviendas en condominio, por sus beneficios, continúan siendo muy atractivas”, expresó la gerente. Adultos jóvenes con afinidad a la ciudad El arquitecto José Luis Salinas, quien funge también como director de la Cámara Costarricense de la Construcción, identificó a un grupo con edades entre los 30 y 45 años, solteros (incluidos los divorciados) o en pareja, que ya han viajado mucho e incluso han vivido fuera del país en ciudades grandes (principalmente en edificios, al igual que sus amigos). Según Salinas, al momento de regresar al país y buscar un lugar para vivir, quieren un “entorno urbano consolidado”. Esto quiere decir que les interesa vivir en la ciudad, cerca de lugares de diversión, de su lugar de trabajo, con comodidades y la disponibilidad de tiempo para dedicarlo a su pareja, familia o a sí mismos. Algunos prescinden de su vehículo y prefieren viajar en transporte público o utilizan servicios como Uber o un taxi. ¿Qué opción eligen? También se inclinan por adquirir desarrollos verticales, muchos en condominio, pues se sienten más seguros, sumado al hecho de que haya áreas comunes a las que se les da mantenimiento, lo que los hace llevar una vida más simple, sin tener ellos que encargarse de esas funciones. “En un edificio vos no tenés que preocuparte más que por limpiar tu apartamento. Los jardines, la piscina, el lobby, todo lo hace el condominio, vos no tenés que involucrarte en eso. Si vivís en una casa (horizontal), tenés que cuidar el jardín, tenés que ver por el techo, por la seguridad, por las rejas”, explicó Salinas. “Vamos hacia un mundo en el que las nuevas generaciones buscan simplificarse, buscan calidad de vida y, dentro de esa calidad de vida, la vivienda tiene que estar en lugares donde puedan desarrollar sus amistades y puedan tener su relación en un buen entorno. Esto no es nuevo de Costa Rica. Esto ya se vivió agresivamente en Estados Unidos y en Europa, donde las empresas grandes han tenido que mudarse a los centros de las ciudades para poder atraer a la gente joven que decidió mudarse a los centros de las ciudades”, comentó el arquitecto. En el caso de las parejas consolidadas con hijos o matrimonios con varios hijos, las fuentes consultadas coincidieron en que hay una propensión a adquirir viviendas tradicionales, en formato horizontal. Hidalgo, de Mucap, dijo que en esos casos las parejas optan por soluciones de vivienda con al menos tres habitaciones y con el mismo nivel de acabado y áreas comunes para el esparcimiento de sus hijos. “En este segmento, la ubicación es trascendental, pues buscan la mezcla perfecta para movilizarse entre casa, escuela, trabajo y casa. Tratándose de soluciones con mayor área y posiblemente mejor ubicadas, hay una incidencia directa en el precio. Ante eso, las soluciones superan los $150.000 y hasta los $175.000”, enfatizó Hidalgo. Salazar, del Banco Nacional, mencionó que sus clientes buscan viviendas en desarrollos horizontales, “ya sea en condominio o en urbanización, particularmente donde se tenga un nivel de seguridad razonable para el desarrollo de sus hijos”, con áreas promedio de 70 metros cuadrados. Solís, del BCR, manifestó que quienes tienen hijos buscan viviendas con dos o tres habitaciones y también se preocupan mucho por encontrar una buena ubicación para el cuidado de los niños y cerca de centros educativos. “Desarrollos urbanísticos que tienen viviendas con estas características, el promedio es que ronden los ¢70 millones. Buscan seguridad y comodidad”, afirmó el funcionario del BCR. Aquellos jóvenes menores de 35 años interesados específicamente en adquirir una vivienda se inclinan por hallar una en centros urbanos y buscan casas de un piso, con por lo menos dos baños, garaje para dos vehículos y tres habitaciones, de acuerdo con una medición del mercado inmobiliario residencial efectuada por la Cámara Costarricense de la Construcción en la Expo Construcción y Vivienda que se llevó a cabo en febrero del 2018. Las personas que fueron a dicha feria, en su mayoría, manifestaron estar interesadas en casas con un costo promedio a los ¢50 millones, con tamaños entre 75 y 150 metros cuadrados de construcción y mostraron una preferencia por viviendas en la Gran Área Metropolitana (GAM), especialmente en las provincias de San José, Heredia y Alajuela. Por su parte, quienes buscaron lotes para edificar (en la mencionada Expo) querían tamaños que oscilaran entre 300 y 450 metros cuadrados, con áreas de construcción que variaran entre 75 y 150 metros. “Las personas más jóvenes están poco interesadas en comprar vivienda, prefieren comprar vehículo y alquilar un estudio o apartamento. Los que se interesan por comprar, buscan estudios o apartamentos pequeños a los cuales tengan acceso de acuerdo con sus ingresos. El monto promedio para adquirir vivienda va de $100.000 o ¢60 millones a $140.000 u ¢84 millones”. Johnny SolísGerente del Área de CréditoBanco de Costa Rica “Al momento de regresar al país y buscar un lugar para vivir, quieren un “entorno urbano consolidado”. Esto quiere decir que les interesa vivir en la ciudad, cerca de lugares de diversión, de su lugar de trabajo, con comodidades y la disponibilidad de tiempo para dedicarlo a su pareja, familia o a sí mismos”. Arq. José Luis SalinasPresidente Grupo Inmobiliario del Parque “En cuanto al tipo de vivienda que prefieren los jóvenes, en general se inclinan por soluciones de vivienda versátiles, entendido esto como soluciones de vivienda modernas, contemporáneas, tipo aparta-estudio, en vertical y en proyectos que ofrezcan no solo el valor agregado en amenidades”. Dagoberto HidalgoSubgerente de NegociosMucap © 2019. Revista Inversión Inmobiliaria SRL. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.