4 generaciones, un mismo espacio de trabajo

Una de las características de esta época, además de la exposición y el culto a la imagen es la convivencia de 4 generaciones. Los baby boomers, la generación X, los millennials y los centennials. Por Mariana Stangemariana@marianastange.com Descarga aquí el pdf. Foto: Mariana Stange Una de las características de esta época, además de la exposición y el culto a la imagen es la convivencia de 4 generaciones. Los baby boomers, la generación X, los millennials y los centennials. Si bien por los nuevos modelos familiares no viven bajo un mismo techo, los encontramos compartiendo un mismo espacio de trabajo. Estudiar el comportamiento de cada generación es tan importante como evaluar las relaciones entre ellos para así poder diseñar oficinas que puedan albergar estos flujos de emociones y energías y hacerlos confluir a una situación confortable y productiva.. Si buceamos cada generación, podemos resumir sus principales características del siguiente modo: Baby Boomers, son los nacidos entre los años 1945 y 1964. Suelen ocupar cargos directivos o son dueños de empresas. El trabajo es el sentido de sus vidas. No necesariamente aman lo que hacen, pero el esfuerzo y el deber ser, son los motores de permanencia. La “antigüedad” es un valor para esta generación nacida durante la segunda guerra mundial, donde el esquema familiar no incluía a la mujer en el mundo laboral del modo competitivo que vemos hoy. La Generación X evoluciona respecto de la anterior. Incorpora gustos y preferencias, que mecha con la vida laboral logrando un mayor equilibrio. Se trata de una generación de transición. Son nacidos entre los años 1965-1981. Son propensos a recibir órdenes y no discutirlas, suelen ser empleados por décadas sin grandes cuestionamientos. Se encuentran en permanente exposición ante sus hijos (millennials y centennials) que permanentemente ponen en jaque su modo de ver y vivir sus vidas. Miremos a los Millennials. Tienen entre 25 y 37 años. Nacieron en la “era digital”. Les gusta y eligen trabajar en equipo. Aprenden rápido y así de rápido necesitan respuestas a sus inquietudes. No son workaholic, ya que vieron este modo en sus padres y no comparten ese estilo de vida. Son emprendedores y creativos, gregarios, aman viajar y se sienten ciudadanos (y trabajadores) del mundo. Los millennials son pragmáticos y al mismo tiempo están comprometidos con la sustentabilidad y el medio ambiente. Su compromiso social es alto. Por último tenemos la generación Centennial, también llamada generación Z. Incorpora a los jóvenes nacidos a partir del año 1995. Digitales nativos, creativos y autodidactas. Son los más abiertos. Exponen su privacidad y se comunican mediante redes digitales distintas de las de sus padres. Miden el éxito por la cantidad de veces que sus contenidos son likeados o compartidos en las redes. Son los más pragmáticos de las 4 generaciones y buscan innovar con los recursos existentes. Altamente comprometidos con el medio ambiente, los vemos militando en distintas ONGs. Comienzan ahora a incorporarse a la vida laboral, y ya se observa que les preocupa encontrar una vocación acorde a sus gustos, conocerse a sí mismos y aceptar las diferencias, en un mundo cada vez más globalizado. Como compatibilizar la necesidad de privacidad de baby boomers y X con la preferencia de conexión y ambientes abiertos de los millennials y centennials? Adaptarse a este desafío implicará aprovechar las potencialidades de cada uno, ser eficiente y sostenible. El trabajo conjunto de asesores inmobiliarios, desarrolladores, arquitectos e interioristas evalúa como compatibilizar tecnología, seguridad y accesibilidad, economía de espacios sin dejar de incorporar superficies destinadas al encuentro informal y al mismo tiempo estar insertos en zonas accesibles con oferta gastronómica y comercial que permita entrar y salir de la oficina para satisfacer gustos y necesidades diversas. Hoy el ámbito laboral debe contribuir al bienestar y a la productividad en igual medida. Vemos que tanto microemprendedores como grandes organizaciones buscan satisfacer necesidades de espacios con altos niveles de profesionalización, flexibilidad de superficies y sectores de interacción, en edificios con seguridad, tecnología y calidad de diseño y construcción. Atrás quedó la época de los amplios despachos (¡aptos fumadores!) con pesadas puertas de madera oscura que marcaban jerarquía, y no necesariamente conocimiento. La nueva dinámica laboral propone nuevos métodos de trabajo, colaborativos y flexibles. Sin embargo la necesidad de silencio y concentración es un factor importante, ya que el grupo laboral no siempre comparte los mismos procesos o proyectos, por lo cual muchas veces se impone la necesidad de un espacio para cada uno. Una opción es pensar espacios de trabajo para mediana y alta concentración o ambientes que permitan realizar una llamada privada o una reunión virtual. Diseñar Oficinas Dinámicas. Los edificios de última generación están diseñados para estimular el uso de escaleras, ofrecen rampas cómodas y lúdicas que hacen del caminar una oportunidad de entrenamiento y recreación. Muchos son los desarrollos que ofrecen terrazas con circuitos para running o gimnasios en sus espacios comunes. Es importante contar además con equipamiento que permita posturas saludables, que inviten a cambios posturales y se asimilen a distintos gustos y necesidades. Muchas salas de reuniones ofrecen hoy sillas y mesas de distintas alturas, así como la posibilidad de permanecer parados durante las reuniones o sentarse en grandes pelotas de goma que permiten ejercitarse mientras se discuten temas de diversa índole. Incentivar el uso de bicicletas, hoy está en todos los programas de recursos humanos; esto implica no solo otorgar lugar para estacionar las mismas de modo seguro, sino también premiar a quienes las usan con distinciones de distinto tipo, que van desde una nominación en la intranet de la empresa hasta premios en días libres a elección del premiado. Incluir Espacios Para El Relax. Encontramos hoy empresas que dentro de sus lay-outs invierten gran cantidad de m2 para salas de descanso y recreación. Planifican jornadas al aire libre e invitan a maestros de meditación a enseñar y ejercitar esta práctica. A los after office de cerveza y música se suman los de baños de sonido o respiración consciente que buscan integrar sus equipos con experiencias saludables. Es una vuelta a lo primitivo, a las raíces del ser humano, buscando reconectar con lo intuitivo. Aire Sano Es Un Standard No Negociable. Hace diez años a la hora de tasar una oficina, si ésta tenía balcón o terraza, los brokers inmobiliarios se encontraban con un dilema. El propietario pujaba por ponerle valor y el agente aseguraba, que las empresas no valoraban ese espacio. -“ Es que en una terraza no pueden poner escritorios!” decían, y con esta máxima se cerraba la discusión. Hoy los espacios de aire libre suman, y si bien no se instalan allí escritorios, son espacios de trabajo, donde los equipos se reúnen con sus computadoras a pensar y diseñar, a compartir experiencias o bien a recrearse para seguir luego. Estos espacios ofrecen sillones cómodos, reparo para el sol extremo y posibilidad de carga de celulares y computadoras. Al mismo tiempo el interior de las oficinas debe permitir el reciclaje permanente del aire, evitando sitios estancos. Bienestar y salud transitan caminos paralelos, es que una persona sana experimenta bienestar en todos los ámbitos de su vida. Considerando que gran parte del día transcurre en la oficina, que ésta presente parámetros saludables impactará en su bienestar y por tanto desempeño y productividad. Los factores a tener en cuenta a la hora de diseñar una oficina saludable son: Estamos viendo una evolución en los espacios de trabajo. Comenzamos a encontrar workcaffe, gimnasios y terrazas verdes compartidas en los edificios de oficinas. La oficina ya no es una caja que contiene trabajadores, es un espacio donde personas de diferentes generaciones y con distintas culturas y preferencias se relaciones y crean experiencias. La oficina hoy es una herramienta para generar bienestar a esas personas, que desde el confort y comodidad producirán más y mejor. Los profesionales que perciban esta evolución del espacio de trabajo serán los que liderarán y profundizarán este cambio de paradigma. Sobre el autor: Mariana Stange es ingeniera civil y corredora inmobiliaria. Ha dedicado al real estate desde hace 25 años especializada en el asesoramiento corporativo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. © 2019. Revista Inversión Inmobiliaria SRL. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.