Por Redaccion INversión INmobiliaria
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Foto: Juan Carlos Peñaloza, country manager WeWork Costa Rica, Cortesía: WeWork

Juan Carlos Peñaloza es el nuevo country manager de WeWork Costa Rica, cargo que comparte junto con la operación que tiene la empresa en Colombia donde supervisa un equipo de más de 100 personas directas y 300 indirectas en las ciudades de Medellín, Barranquilla y Bogotá.

Su nuevo rol en la operación de Costa Rica es consolidar la operación en el país y seguir cumpliendo con las metas del negocio en sus dos edificios, ubicados en Escazú Village y C3 Cariari Corporate Center en Heredia.

En Colombia, cerró el primer semestre del año con más de 80% de ocupación de sus espacios, por lo que la meta de WeWork en Costa Rica se centra en aprovechar las ventajas que ofrece el país para atraer más multinacionales, PYMES y, especialmente, nómadas digitales.

A continuación parte de la entrevista que sostuvo Revista INversión INmobiliaria con el ejecutivo acerca cómo visualiza el mercado costarricense, así como las metas que se ha planteado al asumir su nuevo rol en la empresa.

IN: ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta al asumir la gerencia de WeWork en Costa Rica mientras también lleva el control de Colombia?

JP: Los retos principales a los que me enfrento son justamente la diferencia de mercados de ambos países, desde que llegamos al país y tras la apertura de nuestro primer edificio el negocio ha venido creciendo, razón por la cual el primer semestre del año logramos reportar un crecimiento en la ocupación de hasta un 22%, lo que inmediatamente genera un reto no solo para mí si no para todos los que trabajamos por cada uno de los “members”, y es el continuar impulsando el crecimiento del negocio en un mercado tan valioso como lo es Costa Rica.

Por otro lado, el reto no solo está de cara a atraer potenciales “members” si no a la forma en que logramos que el resto del mundo nos vea, no como un coworking si no como la plataforma líder a nivel mundial de espacios de trabajo flexibles. Estamos aquí para ayudar a las empresas a facilitar el día a día de su trabajo y para que el “mindset” sea lograr equilibrar la vida profesional con la vida personal.

IN: ¿Cuál es justamente la principal diferencia entre ambos mercados que menciona y que han identificado?

JP: Me gustaría aclarar tres puntos clave para entender cuáles son esas principales diferencias: el momento en el que se encuentra la operación, la distribución geográfica y finalmente los modelos del negocio en cada país.

En primer lugar, Costa Rica es un mercado en el que estamos en un proceso de apertura comercial mientras que en Colombia llevamos un proceso de cinco años. Por lo que sabemos que el foco debe estar en lograr consolidarnos en el país, ya que serán ustedes el camino para continuar abriendo nuevas oportunidades en el resto del continente. Por otro lado, el tamaño de sus mercados, efectivamente en Costa Rica hoy podemos decir que estamos ubicados en dos edificios mientras que en Colombia operamos en diferentes ciudades, lo que me lleva nuevamente al primer punto y es que efectivamente estamos en momentos totalmente diferentes, pero donde también podemos decir que el incremento de ocupación en los edificios en el territorio costarricense solo evidencia que nos queda mucho más por apostar para continuar creciendo.

Finalmente, uno de los puntos más importantes es que, en Costa Rica, tenemos la particularidad de que nuestros espacios están dirigidos a empresas que operan dentro del régimen de zona franca como sucede con nuestro edificio WeWork C3, donde el modelo de uso es otro con una singularidad que solo tienen ustedes [Costa Rica].

IN: Mencionó que el objetivo principal de su traslado a Costa Rica como country manager es consolidar la operación de WeWork en el país ¿Qué tan importante es esta operación para la empresa? ¿Cuáles son las metas que tiene la compañía en el país?

JP: Estaré liderando desde Colombia ambos mercados. Ahora bien, y supremamente importante, la operación de WeWork Costa Rica es una muestra del progreso continuo de la compañía hacia la optimización de sus mercados internacionales con experiencia local. Costa Rica es un país regional y mundialmente reconocido por las capacidades de su talento humano, así como líder en diversos estándares sociales y ambientales, lo cual suma al modelo de negocio sostenible de WeWork y a las necesidades del mundo actual y de las personas trabajadoras de todas las generaciones, sobre todo en momentos en que el trabajo híbrido y experiencias disruptivas como el nomadismo digital son tendencias crecientes.
Nuestras metas en Costa Rica son continuar el crecimiento de las membresías y la ocupación de nuestros edificios, seguir colaborando con la reactivación económica del país, la generación de empleo, la atracción de inversión extranjera, el fortalecimiento de Costa Rica en el mapa empresarial de la región y ser los mejores aliados para las empresas que desean establecerse en el país, así como de los miles de emprendimientos que han surgido en los últimos años.

”Queremos convertirnos en el aliado estratégico de todos los nómadas digitales con una oferta de servicios de valor para lograr facilitar el día a día de trabajo, con servicios que les permitan acceder a cualquier puerta de WeWork en el mundo”

IN: ¿Qué ofrece Costa Rica para consolidar la operación de WeWork?

JP: Recientemente, Costa Rica ha sido destacado a nivel internacional como uno de los mejores destinos para viajar y trabajar, eso significa que es sumamente atractivo para las personas trabajadoras, para las empresas que están esforzándose por reclutar y mantener al mejor talento y, por lo tanto, para WeWork.

También vale la pena resaltar el hecho de que en el país un porcentaje muy alto del parque empresarial está integrado por PYMES, para las que las soluciones integrales que ofrecemos son sumamente beneficiosas.

Por otro lado, para la compañía es muy satisfactorio ofrecerle al empresariado y a la fuerza laboral instalada en Costa Rica, la oportunidad de acceder a un ecosistema de networking y trabajo colaborativo con presencia en más de 150 ciudades del mundo y 38 países, a través de nuestra membresía All Access.

IN: Actualmente WeWork posee dos edificios ubicados en Escazú Village y C3 Cariari Corporate Center en Heredia, ¿Qué tipo de empresas se han interesado en sus espacios?

JP: WeWork ha logrado atraer tanto a empresas multinacionales de gran tamaño, como a PYMES y emprendedores que surgieron en la pandemia y que ahora requieren de espacios que les permitan crecer y expandir su base de empleados de forma inmediata. Al cierre del primer semestre de 2022, la cartera de empresas que operan en los espacios de WeWork Costa Rica se conforma en un 60% por multinacionales y un 40% de PYMES.

También estamos muy enfocados en la atracción de nómadas digitales quienes, según proyecciones de la Cámara Nacional de Turismo de Costa Rica, podrían llegar a generar hasta $15 millones semestralmente para la economía costarricense. Recientemente, el Instituto Costarricense de Turismo anunció su alianza con WeWork para promocionar a Costa Rica como el destino idóneo para nómadas digitales.

IN: ¿Cómo acondicionan sus espacios a las demandas de las empresas? ¿Cuál es el mayor valor agregado que ofrecen y que deben ofrecer este tipo de espacios?

JP: Ofrecemos espacios flexibles, con el equipo de trabajo y los servicios necesarios para administrar y hacer crecer empresas de todo tipo y tamaño, sin necesidad de atarse a largos contratos, espacios que se puedan acomodar según el momento del negocio, crecer y ampliarse o reformarse para trabajar en espacios de menor uso. Nuestra propuesta de valor es la de un modelo de negocio establecido desde la flexibilidad, el networking, la descentralización y los procesos de consultoría.

Nuestros espacios de trabajo flexible se pueden adaptar desde oficinas privadas, hasta lugares para encuentros empresariales de más de 100 personas, espacios que les permitan brandear y personalizar sus áreas de trabajo según la identidad de su marca, todo con un sistema de amenidades e insumos que permiten enfocarse en lo verdaderamente importante, que es el crecimiento del negocio. Temas como el mantenimiento administrativo de la oficina, el pago de los servicios públicos, el internet, el café, entre otros, dejan de ser una preocupación para las empresas gracias a nuestra oferta all-inclusive.

IN: ¿Cómo los espacios flexibles han ganado relevancia en el ecosistema laboral?

JP: En WeWork hemos desarrollado espacios de trabajo colaborativos adaptados a la necesidad de negocio de nuestros “members” y donde nuestra propuesta de valor está enfocada en brindar soluciones integrales.

Ahora bien, todos hemos sido testigos de la movilización hacia modelos de trabajo híbridos, la aceleración de la digitalización y la reasignación de recursos en todo tipo de organizaciones, por lo hoy podemos ser un aliado estratégico para impulsar el negocio de grandes y pequeñas empresas brindándoles las herramientas que necesitan en su día a día de trabajo.

Hemos identificado que las empresas buscan soluciones flexibles, espacios de oficina que sean fácilmente adaptables y un diseño que inspire, retenga y potencialice a su talento humano, priorizando el bienestar integral de los equipos, en el que tanto el entorno, como la libertad de elección, juegan un papel fundamental.

Los espacios de oficina como los conocíamos irán cambiando, dando lugar a un espacio de conexión, creatividad y trabajo colaborativo para generar nuevas ideas y definir estrategias disruptivas.

Las soluciones integrales y la flexibilidad de espacios para trabajar pueden ser muy rentables para empresas que inician operaciones o que están volviendo a la normalidad tras los cambios que supuso la pandemia.

El trabajo flexible también contribuye con la economía nacional mediante la generación de networking y alianzas estratégicas. Por ejemplo, al ingresar en WeWork, se forma parte de una comunidad de empresas y emprendedores que pueden convertirse en aliados estratégicos hacia el futuro y con ello generar sinergias que multipliquen sus impactos favorables a nivel agregado.

Finalmente, planteamos que las modalidades de trabajo híbrido crean condiciones que permiten un mejor equilibrio entre la carga laboral y las responsabilidades domésticas de todas las personas, lo que en consecuencia ayuda a disminuir la brecha laboral y salarial por razones de género; cuanto más avanzamos en la ruta de la equidad y la igualdad de oportunidades, mayor es la contribución para la economía de Costa Rica y del mundo.

IN: ¿Qué papel juega el modelo híbrido para la estrategia de WeWork? ¿cómo lo potencia?

JP: La revolución del trabajo híbrido ha sido calificada como una de las más importantes de nuestra vida. Todo está cambiando, desde la forma en que llegamos al trabajo hasta la forma en que interactuamos con los demás, ya sea cerca o lejos, con colegas o personas por conocer.

Este modelo permite que las personas realicen sus labores de forma descentralizada, lo cual responde a la demanda de colaboradores y colaboradoras, quienes de acuerdo con el estudio “Redefiniendo los espacios de trabajo” liderado por WeWork y HSM, consideran que el modelo híbrido es el más adecuado para el mercado laboral post pandemia en el 81% de los casos.

IN: ¿Considera que ese modelo ha ganado más terreno en un país como Costa Rica y en la región? ¿Por qué?

JP: La tendencia en Latinoamérica muestra que la mayoría de las personas prefieren un modelo de trabajo híbrido que combine las ventajas del trabajo remoto, que se experimentó con mucha intensidad durante la pandemia, con la esencia del encuentro en el espacio de trabajo para procesos de integración, creatividad y crecimiento organizacional.

En WeWork realizamos un estudio a nivel latinoamericano sobre la redefinición de los modelos de trabajo en la región y nos encontramos con que el 70% de las personas extrañaba la interacción con colegas y líderes cuando hacían únicamente teletrabajo.

IN: ¿Qué ventajas brinda este modelo y el remoto en general a la operación de las empresas?

JP: La ventaja por excelencia es la flexibilidad, ya que brinda a las empresas niveles de autonomía nunca vistos para utilizar los espacios de trabajo en sus propios términos y ver hacia el futuro con confianza.

A nivel personal también son múltiples las ventajas. Por ejemplo, con relación a la promoción de la salud mental, las organizaciones capaces de comprender la relevancia del entorno y el espacio físico en el que trabajamos tendrán ventaja en cuanto a su capacidad de brindar mayor bienestar a sus colaboradores y, con ello, reforzar sus habilidades individuales y sociales como la empatía, la comunicación efectiva y asertiva, así como la confianza; valores esenciales en la construcción de sociedades mentalmente más sanas y felices.

Por otro lado, la flexibilidad tiene que ver con el “poder de elección” y cada vez más empresas, como WeWork, reconocen que los trabajadores que tienen la posibilidad de acceder a espacios flexibles de trabajo muestran mayor bienestar emocional desde el punto de vista de su empoderamiento para elegir dónde y cuándo hacer sus labores. Ahora más que nunca las personas anhelan la conexión, la cercanía social y las conversaciones significativas cara a cara. Así que es nuestra responsabilidad como empresas proporcionar el entorno seguro para que ocurran estos intercambios.

Finalmente podríamos mencionar otros impactos positivos en términos de ahorros financieros, tanto para empresas como para personas, así como optimización del tiempo en relación con los desplazamientos y el valor de la descentralización en el futuro del trabajo.

IN: ¿Qué retos aún se enfrentan para la consolidación de los espacios compartidos?

JP: Bueno pues el mayor reto está en lograr cambiar el “mindset” de por qué hoy debemos buscar como empleadores beneficios para todos nuestros colaboradores a la hora de trabajar.
Efectivamente los nuevos modelos de trabajo llegaron con la pandemia, pero llegaron para quedarse, por supuesto adaptados, pero para lograr encontrar un balance entre la vida personal y la dinámica laboral diaria. Y aquí es fundamental entender que quizás uno de los mayores retos que enfrentamos está en lograr retener y atraer talento para nuestras compañías, en lograr generar que nuestros equipos de trabajo tengan las herramientas y que podamos crear espacios de interacción que les permitan desarrollar nuevas habilidades. Pero será nuestro trabajo conseguir facilitar y amenizar el día a día laboral con espacios de trabajo adaptados a la necesidad de cada uno de nuestros “members”.

IN: ¿Qué características indispensables deben acatar este tipo de espacios de trabajo?

JP: Infraestructura física y tecnológica de primer nivel, que permita ejecutar adecuadamente las funciones de los trabajos del futuro, con diversidad de opciones y una amplia cobertura en todo el territorio del país. Hemos identificado que es clave un diseño que inspire, retenga y potencialice al talento humano de las empresas, priorizando el bienestar integral de los equipos, en el que tanto el entorno, como la libertad de elección, juegan un papel fundamental.

Una necesidad puntual son las soluciones 360° en las que se piensa de manera integrada en trabajar y en vivir en espacios seguros e inspiradores. También es indispensable invertir en edificios de clase superior con certificaciones, como LEED Gold, por sus estándares de sostenibilidad, eficiencia, calidad e innovación; tal es el caso de WeWork Escazú.

IN: ¿Tienen planes de expandir la operación de WeWork en otro país de la región? ¿dónde? ¿En qué consiste?

JP: En 2020 nos enfrentamos a un momento de desconocimiento absoluto e inquietudes que nos hicieron reevaluar la forma en que vivimos nuestro día a día, pero además en la forma en que cada uno de nuestros negocios podría verse afectado. Para 2021 tuvimos que entender que la nueva normalidad era una donde los modelos de negocio dieron un cambio 360° para acomodarse a la realidad a la que el mundo se enfrentaba y reinventarnos. Y hoy en 2022, tuvimos que evaluar los mensajes que como compañía estamos dando para ahora sí, desde WeWork entregar un mensaje claro donde la evolución del trabajo está en convertirnos en un aliado estratégico desde la consultoría de uso de espacios de trabajo compartidos.

Con todo esto, puedo decir que el camino y los procesos de expansión son 100% cambiantes, procesos en los que ahora y con la realidad que vivimos debemos pensar en que el modelo de negocio debe seguir evolucionando para ajustarse a la necesidad puntual de cada país. Por ahora, es fundamental consolidar los mercados donde hemos venido ganando terreno y trabajar en las oportunidades de mejora para lograr potenciarnos como compañía en toda la región.

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