Por Alejandra Soto
asoto@inversioninmobiliariacr.com 

Cementos Progreso Holdings, S.L. inició operaciones en Costa Rica y El Salvador el 31 de agosto de 2022, luego del acuerdo firmado con la empresa Cemex tras una inversión de unos $329 millones.

Se trata de la marca insignia de Progreso; el grupo guatemalteco con unidades de negocio en los sectores de Construcción, Agro, Energía y Desarrollo Inmobiliario.

La adquisición en Costa Rica incluye una planta y un molino de cemento, siete plantas de concreto premezclado, una cantera de agregados y un centro de distribución. Mientras, en El Salvador consiste en un centro de distribución.

Así, la marca alcanza una presencia en siete países de América Latina.

Para conocer más detalles de la nueva adquisición del grupo empresarial y el reto que representa afianzar su liderazgo en la industria de la producción y comercialización de cemento y materiales para la construcción, Revista INversión INmobiliaria (IN) conversó con Ewald Scheel (ES), director de Integración de la compañía.

IN: ¿Cómo Progreso se ha mantenido como un referente en la región en la producción de cemento y otros materiales para la construcción durante más de 123 años? ¿Cuál ha sido la clave?

ES: La historia de Progreso nace de la firme convicción de nuestro fundador Carlos F. Novella hace más de 120 años. Él estaba convencido de que había una mejor forma de hacer las cosas y para él era usar cemento para construir, por lo que se tira al agua y decide emprender. En ese entonces todos pensaban que estaba loco por meterse a invertir en una tecnología que no era muy conocida en ese entonces, hacer un producto que nadie sabía si iba a funcionar. No obstante, en 1899 instala una de las primeras plantas de cemento en toda Latinoamérica y ahí empieza la historia que hoy, 123 años después, sigue siendo de innovación y resiliencia. Ha habido épocas muy difíciles para la compañía, así como otras muy buenas de solidaridad y de sólidos principios éticos y valores que vienen desde el fundador hasta sus descendientes. Ese ADN del fundador, de ser un visionario, innovador y pionero, sigue estando vivo en la empresa.
Eso ha sido parte de la clave del éxito en la compañía. Hemos tratado como empresa de plasmar ese ADN en una serie de documentos que guían el actuar de las más de las más de 4.000 personas que laboramos directamente en este grupo. Lo hemos recogido en nuestro Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC), que es una guía para todos dentro y fuera de la empresa. También lo hemos tratado de incorporar en lo que nosotros llamamos la Agenda de Liderazgo, que consiste en una serie de comportamientos que creemos que son importantes para cimentar y mantener vigentes esos valores y aportes que deseamos hacer hacia la sociedad: servicio, compromiso, bienestar, comunicación, desarrollo y reconocimiento.

IN: ¿Cuáles considera que son los principales logros que ha alcanzado Progreso a lo largo de su historia?

ES: Los dividiría en tres o cuatro categorías grandes. La primera es la época de la fundación y consolidación de la empresa, cuando Carlos F. Novella pone a funcionar la primera planta de cemento en Centroamérica y una de las primeras en Latinoamérica. La segunda etapa es cuando la empresa empieza a crecer en Guatemala con la instalación de una segunda planta en Sanarate, El Progreso, en 1974; también entró a otros negocios como el concreto premezclado, con la marca Mixto Listo, y a los agregados con la marca Agreca. Además, empezó a diversificar en otras líneas de negocio relacionadas al cemento, como la fabricación de sacos, la producción y comercialización de cal y en temas de energía eléctrica. La tercera etapa, que es parte de lo que estamos viviendo hoy, es ese crecimiento y expansión internacional.

Nuestra primera incursión fuera de Guatemala fue en 1997 cuando Progreso invierte en Cementos del Norte, que es una de las cementeras más grandes de Honduras. Allí empieza parte de esa incursión, un sueño que nos ha tomado muchos años como empresa y que especialmente en los últimos tres años vemos que se ha ido materializando. En 2019 entramos a Panamá a través de la compra de Cementos Interoceánico, luego en 2021 abrimos operaciones en Colombia con un Centro de Distribución, y ese mismo año también pusimos a funcionar un molino de cemento en Belice, y ahora en 2022 logramos cerrar la compra de las operaciones en Costa Rica y en El Salvador. Entonces, es muy importante para el grupo estar por muchos años en Guatemala como una empresa muy fuerte y con mucha trayectoria, para luego pasar a tener operaciones en siete países.

IN: Respecto a la reciente expansión de Progreso a El Salvador y Costa Rica, ¿a qué responde la selección de esos dos mercados? ¿Cuál y cómo es el proceso de site selection para una compañía como la de ustedes?

ES: En el caso de Costa Rica y El Salvador, nos gustó muchísimo lo que vimos en ambos países y en estas operaciones. Vimos equipos de gente altamente talentosos, muy comprometidos, con afinidad cultural a lo que nosotros queremos hacer en la región. Vale la pena mencionar que estamos manteniendo prácticamente al 100% de los colaboradores de ambos países, únicamente estamos sustituyendo vacantes que quedaron porque las personas estaban con la compañía anterior, pero representan menos del 1%. También vimos mercados resilientes, con mucho espacio para crecer. Toda la región necesita infraestructura, vivienda, hospitales, carreteras, entonces hay mucho espacio para que podamos seguir creciendo de forma sostenible y responsable.

IN: ¿En qué consisten estas operaciones? ¿Cuántas plantas más o complejos de oficinas tendrán en esos países? ¿Cuánto más personal se suma a los colaboradores de la empresa?

ES: A los más de 4.000 colaboradores que tenía la compañía previa a la incorporación de Costa Rica y El Salvador, ahora estamos agregando un poco más de 300 colaboradores. Son poco más de 300 en Costa Rica y 30 en El Salvador. Asimismo, es importante mencionar que estas operaciones históricamente han sido muy exitosas y nosotros lo que queremos es construir sobre lo que ya poseen y crecer hacia el futuro. En Costa Rica lo que estamos sumando es una planta integrada de cemento, una estación de molienda, siete plantas de concreto y una operación de agregados; adicionalmente, hay dos centros de distribución que cubren geográficamente el país. Mientras, en el caso de El Salvador lo que se está sumando es un centro de distribución desde el cual se atiende toda la demanda de nuestros clientes.

IN: ¿Qué tipo de materiales producirán en estos países y a cuánto esperan que ascienda la producción anual?

ES: En Costa Rica producimos y comercializamos cemento, concreto, acabados, agregados (piedra y arena) y morteros, que son mezclas listas como repellos. Nuestra planta principal de cemento se llama Planta Colorado y está ubicada en la provincia de Guanacaste. Es una planta con una larga trayectoria, fue instalada a finales de los años setenta y posee altísimos niveles de eficiencia. Adicionalmente a la planta principal en Guanacaste, tenemos una estación de molienda en el Gran Área Metropolitana, siete plantas de concreto en diferentes puntos del país que están distribuidas para atender la demanda nacional. Cinco de esas siete plantas son móviles, lo cual significa que se pueden mover de punto en punto siguiendo proyectos. Esto es una ventaja muy importante ahora que se está dando un fuerte desarrollo inmobiliario en la parte norte del país, y principalmente en la zona de Guanacaste. También tenemos una planta de producción de agregados en Guápiles y dos centros de distribución adicionales en la zona de la Gran Área Metropolitana.

En el caso de El Salvador, ahí comercializamos cementos y morteros, no tenemos producción en este momento, pero estamos muy avanzados con la construcción de un nuevo centro de distribución que esperamos inaugurar en noviembre, el cual nos va a permitir atender de mejor forma a nuestros clientes y con un nivel de abastecimiento más estable desde Guatemala.
En la región, tenemos capacidad de producir aproximadamente 8 millones de toneladas anuales de cemento en las diferentes plantas que tenemos en Guatemala, Honduras, Panamá, Belice y Costa Rica.

IN: Mencionó que a Progreso le llamó mucho la atención los altos niveles en las prácticas de sostenibilidad y eficiencia operativa que poseen en Costa Rica, ¿qué es lo que más atrajo su atención en ese aspecto?

ES: Me enfocaré en tres o cuatro puntos que para nosotros han sido muy interesantes. El primero es que en Planta Colorado más del 90% de los colaboradores son de la zona, entonces eso es algo que nosotros en los otros países donde operamos hemos querido impulsar, poder generar más empleo local es algo que vemos que acá en Costa Rica ya se está dando. Otro aspecto es que el 100% de la energía que se utiliza es renovable y, en el caso de la producción de cemento, se utiliza mucha energía eléctrica y térmica para el proceso de calcinación. En cuanto a la energía térmica, la planta de Costa Rica tiene altos niveles de sustitución de combustibles fósiles que es algo que nosotros también hacemos en Guatemala, pero no al nivel que se hace en Costa Rica, donde se tienen niveles de sustitución cercanos al 30%, o sea del 100% de las necesidades de combustibles fósiles el 30% vienen de combustibles alternos. [...] es algo que nosotros en Guatemala queremos aprender cómo lo hacen.

De la misma forma, hablando de qué podemos aprender en Costa Rica de los procesos que se realizan en Guatemala, en Guatemala se produce uno de los cementos más verdes del mundo con un bajo factor clínker, es la materia prima principal que se utiliza para hacer cemento. Al reducir la cantidad de clínker que va en cada bolsa de cemento, obviamente reduce su huella de CO2 y su impacto ambiental, entonces en Guatemala tenemos un factor clínker de aproximadamente el 67%, está casi un 10% abajo del promedio mundial. Ese cemento eficiente que hacemos en Guatemala es una oportunidad para aprender en Costa Rica.

IN: Con esta nueva inversión, Progreso pasa a ser uno de los grupos cementeros más importantes de Latinoamérica ¿qué retos le significa esto a Progreso para poder mantener y seguir manteniendo esa posición? ¿Qué representa para la compañía este logro y cómo los consolida en el mercado?

ES: Nos sentimos tremendamente orgullosos de ser una empresa centroamericana, somos la única cementera en la región que es 100% centroamericana. Competimos contra gigantes, la mayoría de las empresas cementeras que operan en la región y a nivel mundial son multinacionales gigantes, y nosotros somos centroamericanos. Realmente es un orgullo y una satisfacción poder ver hoy ese sueño de nuestro fundador en siete países de la región, prácticamente desde Guatemala hasta Panamá, incluyendo también Colombia. Pero a la vez es una tremenda responsabilidad con nuestros accionistas, clientes, proveedores y con las comunidades donde operamos. Nos enfocamos en hacer aportar un valor económico, social y ambiental en todos los países donde operamos, entonces ahora tenemos la responsabilidad de hacer eso realidad en los siete países donde operamos.

IN: En Guatemala se concentra la mayor producción, ¿cómo describe la operación en el país?

ES: Guatemala es nuestro origen, es de dónde venimos y ahí somos claramente líderes en la producción y comercialización de cemento. Cuando nos preguntaba por qué estamos creciendo, era justamente este anhelo de poder tener presencia en más países y empujados por un deseo de reducir nuestra dependencia o diversificar un poco el riesgo de estar concentrados en un producto, en un país. Hemos ido tomando pasos en esa dirección.

Guatemala sigue siendo nuestro mercado más importante, ahí tenemos la gran mayoría de nuestros ingresos, nuestra capacidad de producción sigue estando en Guatemala, es el mercado donde tenemos más desarrollado nuestro modelo de negocio, nuestro portafolio de productos, nuestra presencia en diferentes partes de la cadena del valor.

IN: ¿Cuáles son las características principales de las plantas que posee la empresa en Guatemala y qué consideran las distinguen en el mercado Latinoamericano?

ES: En el caso de Guatemala tenemos dos plantas integradas de cemento, la planta San Miguel, ubicada en Sanarate, tiene aproximadamente 2.7 millones de toneladas de capacidad; mientras la planta San Gabriel, en San Juan Sacatepéquez, tiene 2 millones y medio de toneladas de capacidad. Adicionalmente operamos una estación de molienda en el departamento de Izabal, también tenemos algunas operaciones todavía en la primera planta llamada La Pedrera (zona 6 de la ciudad de Guatemala) aunque está cambiando su vocación de ser una planta hacia desarrollos inmobiliarios. Asimismo, en Guatemala tenemos una serie de plantas de concreto, de agregados, de sacos de papel y de morteros en diferentes puntos del país.

Cabe destacar que en Guatemala tenemos también presencia en actividades agroindustriales a través de nuestra unidad Agro Progreso, que básicamente lo que busca es generar valor compartido en las comunidades donde operamos con proyectos de ecoturismo y agrícolas. También tenemos una operación de energía, que exporta y comercializa energía en toda Centroamérica, incluyendo producción de energía en Honduras; contamos con un negocio inmobiliario donde desarrollamos bienes raíces, y tenemos presencia en canales de distribución a través de nuestra marca Construfácil, donde vendemos materiales de construcción.

IN: Tengo entendido que la Planta San Gabriel es la inversión de capital privado más grande en Guatemala. ¿A cuánto ascendió dicha inversión y qué representó para la empresa marcar ese hito en el país?

ES: La Planta San Gabriel es un sueño de Progreso que se hizo realidad en el 2019. En su momento representó una inversión de más de $1.000 millones en la planta, pero también en toda una serie de infraestructura que está relacionada a la planta como son carreteras de acceso, conexión de energía eléctrica, entre otras. También se ha tenido que hacer una inversión social muy fuerte para poder demostrarle a las comunidades que nosotros podemos hacer las cosas y las queremos hacer bien. Es probablemente la planta más moderna de Latinoamérica, que cumple con los más altos estándares ambientales y operativos a nivel mundial.Sí representó una inversión muy grande para el grupo, pero hoy está operando y esperamos que lo haga por muchísimos años más.

© 2022. Revista Inversión Inmobiliaria SRL. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.