Por Danny Canales

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Fotos: Cortesía Álvaro Sánchez Córdoba
En la última década San José ha mostrado una gran transformación, al pasar de la tradicional casa de una o dos plantas a altas torres de apartamentos.

El negocio inmobiliario en la capital costarricense se está enfocando a atender la demanda habitacional y comercial de la clase media, con torres de apartamentos en zonas céntricas.

Es así como en la actualidad es posible encontrar opciones a partir de los $75 mil, que se ajustan a los requisitos bancarios y al presupuesto de un alto porcentaje de trabajadores, principalmente, de las instituciones públicas.

También se consiguen apartamentos en el rango de entre $100 mil y $150 mil en torres de entre seis y 20 plantas.
Consiste en una ampliación del negocio original que se concentró en suplir las necesidades y lujos de la clase alta, con apartamentos de hasta 200 metros cuadrados, varias amenidades y costo por encima de los $450 mil, en algunos casos, focalizados en zonas de alta plusvalía como Rohrmoser y La Sabana.

No obstante, ahora el negocio se está expandiendo a zonas que, aunque céntricas y tradicionales como Barrio Luján, Zapote, Los Yoses, San Sebastián y Pavas, ofrecen una menor plusvalía, lo que permite abaratar los costos de las unidades, según reporte del Departamentos de Permisos de Construcción de la Municipalidad de San José.

También ayuda el hecho de que las dimensiones de las apartamentos que buscan los nuevos profesionales son menores (rondan entre los 45 y 80 metros cuadrados), pues en su mayoría son personas solteras o parejas solas o con pocos hijos que requieren de uno o dos cuartos y de menos opciones de entretenimiento.
Los bancos también han puesto de su parte en tratar de atender la demanda de vivienda de la clase media con opciones de financiamientos un poco más favorables para los compradores.

El nuevo público meta al que le apuestan los desarrolladores capitalinos son los empleados bancarios, judiciales, legislativos y de los grandes ministerios como el de Obras Públicas y Transportes y Hacienda.
Y hasta ahora no les ha ido mal, según Royee Álvarez, encargado del Departamento de Permisos de Construcción del municipio capitalino, quien comentó como anécdota que los dueños de uno de los primeros edificios que se construyeron pretendían trasladarse sin que se hubiera terminado la instalación y prueba del ascensor.

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San José se volvió una ciudad atractiva para los desarrolladores inmobiliarios merced del programa de Regeneración y Repoblamiento en los cuatro distritos del centro de la capital, impulsado por el entonces presidente Abel Pacheco y respaldado por la Municipalidad.

Este programa buscó contener el desplazamiento de ciudadanos para asentarse, principalmente en el oeste; como medida para reducir las presas que implica el traslado diario hasta la capital, el consumo de combustible y la contaminación. Viviendo en San José podrían evitarse incluso de utilizar carro.

Como anzuelo para estimular la construcción en las zonas establecidas, se ofrecen reducciones impositivas, construir más pisos y toda la gana de servicios que dispone la capital como agua potable, fibra óptica subterránea, alcantarillado sanitario, agua y cableado subterráneo, lo cual reduce los costos de construcción de forma importante.