Guatemala se proyecta fuerte de cara a 2020

Organismos prevén estabilidad en el comportamiento económico, siempre y cuando no se presenten factores externos o cambio en las políticas económicas locales. Por Alberto Lópezalopez@inversioninmobiliariacr.com El desempeño de la economía de Guatemala viene experimentando un desempeño estable y se prevé que se mantenga para el próximo año, el cual coincide también con la entrada de la nueva administración presidencial, dirigida por Alejandro Giammattei, el pasado 14 de enero. En ese sentido, un informe del Banco Mundial indicó que Guatemala ha experimentado estabilidad económica que puede ser atribuida a una combinación de una gestión fiscal prudente, políticas para el control de la inflación y el tipo de cambio flotante administrado. El país centroamericano ha tenido un desempeño económico sólido en años recientes, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,1% en 2016; 2,8% en 2017 y 3,1% en 2018. Mientras que se espera que la economía guatemalteca crezca un 3,3% en 2019 y 2,8% en 2020. Según la información del Banco Mundial, Guatemala tiene un enorme potencial para generar crecimiento y prosperidad para su gente por su ubicación estratégica, abundantes recursos naturales y una población multiétnica joven. Sin embargo, la estabilidad económica de Guatemala no se ha traducido en una aceleración del crecimiento que permita cerrar la brecha de ingresos con países ricos. De hecho, las tasas de pobreza y desigualdad en el país son persistentemente altas, y los altos índices de retraso en el crecimiento infantil amenazan la capacidad de Guatemala para alcanzar su pleno potencial de desarrollo. De acuerdo con datos del organismo internacional, la pobreza, medida en la línea de un ingreso de $5,5 por persona por día, aumentó entre 2006 y 2014 de 43,4% a 48,8%, lo que sumó a casi dos millones de personas en la pobreza. [quote width="auto" align="none" border="#013e76" color="#59a3d9" title=""]Mientras que la pobreza extrema (ingreso menor a $1,9 por persona por día) afectó al 8,7% de la población en 2014, casi medio millón de personas más que en 2000. Dada la lenta reducción en la tasa de pobreza, se proyecta el número de personas que viven en pobreza aumente en más de 175.000 entre 2019 y 2021. [/quote] Las desigualdades persisten en las áreas geográficas y entre grupos étnicos, y los pueblos indígenas continúan particularmente en desventaja, algo que el censo de 2018 volvió a confirmar. A juicio del Banco Mundial, en esencia, hay “dos Guatemalas”, una con buena posición económica y una pobre, una urbana y otra rural, una ladina y otra indígena con grandes brechas sociales y económicas. Estas diferencias se ven agravadas por la alta vulnerabilidad del país al cambio climático, que afecta la desnutrición, la salud, la seguridad alimentaria, los recursos hídricos y los ecosistemas naturales. Acelerar el crecimiento será crucial para lograr los objetivos sociales a mediano y largo plazo del país. Si bien las reformas de políticas en favor de los pobres podrían generar mejoras marginales, se necesita un cambio en el crecimiento económico. Impulsar ese crecimiento dependerá de reformas continuas para movilizar una mayor inversión privada y generar más ingresos para financiar importantes inversiones en infraestructura y capital humano. En esa línea de ideas, la inversión pública es esencial para alcanzar los objetivos de desarrollo de Guatemala, pero sigue estando limitada debido a la falta de recursos. Dado que los ingresos del gobierno central promediaron un 11% del PIB en los últimos tres años, y se estima que será del 9,7% en 2019, el principal desafío fiscal de Guatemala es la necesidad de recaudar ingresos adicionales para financiar proyectos clave de inversión pública. Lea también: Economía panameña avanzará a velocidad moderada Otros desafíos cada vez más importantes para Guatemala son fortalecer la gobernanza, aumentar la rendición de cuentas y la participación ciudadana y mejorar los niveles de seguridad pública. Los altos niveles de delincuencia y violencia representan enormes costos humanos y económicos para el país. Por otra parte, la calificadora internacional Standard & Poor´s (S&P) confirmó, recientemente, una perspectiva estable para Guatemala con una ponderación de BB-, en cuanto al riesgo crediticio en el país centroamericano. Además, S&P expresó que anticipa que la nueva administración gubernamental del presidente Giammattei (que tomó posesión en enero anterior) mantenga la continuidad de políticas económicas relevantes. Además de una política fiscal prudente, que se ha reflejado en bajos déficits fiscales y un moderado endeudamiento público, así como una sólida política monetaria que ha logrado mantener la inflación bajo control, en un contexto de independencia operativa. Sin embargo, S&P expresó que la nueva administración gubernamental enfrenta retos políticos relevantes, “los cuales podrían limitar su habilidad para llevar a cabo reformas importantes, así como el grado de efectividad de las políticas públicas que pretenda implementar”. Foto: La construcción creció 6,8% durante el 2019, dato superior al 4,5 de 2018. Aparte, S&P podría incrementar la calificación de riesgo de Guatemala durante los próximos 12 a 24 meses si la nueva administración gubernamental es capaz de proponer e implementar una agenda de reformas que fortalezcan las instituciones públicas y la gobernabilidad de Guatemala, o que se incrementen los ingresos del sector público y mejoren las perspectivas de crecimiento económico. Por el contrario, podría reducir la calificación si se registra un inesperado deterioro en las políticas económicas (estables en los últimos años, según el Banco Mundial), que produzcan una erosión en las perspectivas de crecimiento económico y que empeoren la situación de las finanzas públicas, o que exista un incremento significativo e inesperado en el nivel de endeudamiento externo. [quote width="auto" align="none" border="#013e76" color="#59a3d9" title=""]En otros aspectos de la economía guatemalteca, el sector construcción como vivienda, comercial e inversión pública y el ingreso de remesas familiares están dinamizando la economía de Guatemala por la vinculación que tiene con otras actividades ciclo que se ha mantenido este 2019 y el siguiente año, aseguraron las autoridades del Banco de Guatemala (Banguat). [/quote] El vicepresidente del Banguat, Alfredo Blanco, dijo que la actividad de construcción ha tenido incidencia en sectores como industria manufacturera, explotación de minas y canteras, servicios privados y de comercio, durante el foro Perspectivas Económicas 2020 que organizó la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), a finales de noviembre pasado. Blanco también se refirió al ingreso histórico que el país tuvo en octubre de 2019 con alrededor de US$1.000 millones de remesas familiares. Lea también: Costa Rica: 2020 será estable, pero con bajo crecimiento “Son factores que están dinamizando la economía y que apuntan a que podría cerrar en 3,4% (el PIB) este año”, afirmó Blanco ante los socios de la CIG. Mientras que la construcción estaría cerrando en 5,8%; explotación de minas y canteras en 1,6%; comercio 3,7%; industria manufacturera, 3% y servicios privados en 3,6%, según las cifras que presentó el funcionario de la banca central para este ejercicio. Para 2020, la construcción proyecta un crecimiento de 5,9%; comercio, 3,5%; industria manufacturera, 2,7%; servicios privados, 3,4%, pero destaca la estimación de minas y canteras con 27,4%. Para el siguiente año la proyección de crecimiento de la economía guatemalteca es de 3% a 4%, manifestó Blanco, aunque aclaró que hay “nubarrones en el horizonte” de lo que podría suceder con la economía de los Estados Unidos, que entra en una fase electoral y una posible desaceleración. Radiografía de la economía guatemalteca La economía guatemalteca creció 3,5% en el 2019, según el informe de la Evaluación de la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia que analizaron los miembros de la Junta Monetaria (JM). Esta fue favorecida por el consumo interno a causa de las remesas familiares y los salarios; además de la inversión pública y privada en la construcción. De las 17 actividades productivas en que se divide la economía en Guatemala, 16 experimentaron un comportamiento positivo. En el caso de la construcción, creció 6,8%, dato superior al 4,5 de 2018. Mientras, el boletín estadístico de la Cámara Guatemalteca de la Construcción, presentado en noviembre anterior, anticipaba que la actividad tendría un desempeño favorable este y el siguiente año, atribuido por la autorización de las licencias para la construcción para diferentes proyectos como de vivienda, comercial, más la inversión pública. Además, que la actividad había repuntado en 9,3% en el segundo trimestre del año, así como el índice de confianza de la actividad de construcción era de 28,6%. Comercio exterior. Las exportaciones estarían cerrando con una leve recuperación de 1,5% y las importaciones en 2%. Crédito al sector privado. El crédito bancario al sector privado estaría cerrando en 6%. Inflación. La tasa de inflación (alza generalizada de precios en la economía) rondaría en 3,5%, que estaría dentro del rango de la meta que fue entre 3 a 5%. Inversión extranjera. El flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) estaría creciendo en 3%, para situarse en US$1.032,8 millones, mayor, levemente, a los US$1.002,7 millones del 2018. Mientras que la proyección de crecimiento del PIB para 2020 se prevé similar a este 2019, entre 3,1% y 4,1%. © 2020. Revista Inversión Inmobiliaria SRL. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.