Por Alberto López
alopez@inversioninmobiliaria.com

Unos pocos desarrolladores en El Salvador se encuentran apostando por nuevos conceptos residenciales que presenten una tendencia de verdaderas comunidades integrales.

Así es el caso de Via del Corso, un complejo ubicado fuera del Gran San Salvador (amplia zona formada por San Salvador y otros municipios circunvecinos), justo al sur, a un costado de la carretera hacia el Puerto de La Libertad, la zona de playas más cercana a la capital salvadoreña y a solo 35 minutos del Aeropuerto Internacional El Salvador “monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez”..

Según el diseñador del proyecto, Guiseppe Angelucci, no pueden considerarse una mini ciudad, sino, mas bien, una comunidad integral que ofrece el concepto residencial, corporativo, deportivo y de educación, con una inversión a mediano y largo plazo de 36 millones de dólares; pues para auto denominarse como una mini ciudad deberían incluir más elementos, hasta del tipo gubernamental, por ejemplo, reconoció.

[quote width="auto" align="none" border="#002f56" color="#59a3d9" title="dijo el diseñador del proyecto, Guiseppe Angelucci."]Este es un proyecto que nació integralmente, con plan urbano y ambiental, tomo en cuenta todo desde su origen, tiene vida propia, con un espacio público, donde se crea una sinergia entre los diferentes usos, por ejemplo aquí el estacionamiento se integra a todo el complejo y no solo al área corporativa, como en otros proyectos[/quote]

En el aspecto corporativo, el Corso contará con dos edificios de oficinas: uno correspondiente, confirmó Angelucci, a World Vision y el otro a la compañía de telecomunicaciones de Tigo.

Aparte de contar ya con las instalaciones del Colegio Maya, dentro del mismo complejo de comunidad integrado de usos múltiples, como también definió Angelucci a su concepto de diseño.

De acuerdo con Angelucci, el Corso nace bajo un plan maestro proyectado, en donde las áreas públicas o semi públicas son parte de todo el proyecto, se crea sinergias; en otros proyectos, recordó, no hubo integralidad, se separó en lugar de unirlos. En el Corso se genera una sola entidad, aseguró.

“Otro elemento diferenciador es que concebimos el proyecto integralmente rodeado de naturaleza e internamente, como corredores verdes, siempre conservando esas zonas públicas interactuando con todo el diseño”, expresó.

El Corso también propiciará un desahogo de la ciudad de San Salvador, en opinión de su diseñador, pues “es una alternativa para desahogar el tráfico del Gran San Salvador en horas no habituales… nosotros sacamos el trafico de la capital por la integralidad del proyecto. En otros lugares, en cambio, se ha producido el efecto de circulo vicioso de ciudades dormitorios y saturan las vías en horas pico a la entrada y salida de centros educativos y trabajos, como ha pasado en la carretera a Los Chorros (un tramo de la principal vía hacia el oeste del país, llamado así comúnmente por el balneario que ahí existe, cercano a la capital, y que ahí se han concentrado algunos complejos residenciales del segmento ABC, al igual que el Corso).