Por Ernesto Villalobos T, evillalobos@inversioninmobiliariacr.com
Pie de foto: Para Claudia Ávila, una oferta inmobiliaria especializada, podrá integrarse mejor a las intenciones por captar cada vez más inversión extranjera.
El potencial es enorme y las oportunidades están a disposición de quien las quiera.
Lo que pareciera urgir son las decisiones que finalmente permitan que la Región Latinoamericana compita en las “grandes ligas”, de las Zonas Especiales o Zonas Francas del mundo.
Sobre la posibilidad de repartirse entre los vecinos del área, un pastel de $500 mil millones anuales, nos habló Claudia Ávila Conelly, presidenta del máximo órgano mexicano, en ese mercado.
Inversión Inmobiliaria: ¿Cómo se ve desde un país con 58 millones de metros cuadrados de oferta en Parques Industriales, la situación actual para atraer Inversión Extranjera hacia la manufactura o prestación de servicios en regímenes especiales?
Claudia Ávila: Con optimismo. Preocupan algunas cosas, pero tenemos más razones para estar optimistas.
IN: ¿Podría explicar a qué se debe esa preocupación?
CA: Bueno, obedece a que como región, nos mostramos algo lentos frente a la posibilidad de participar de lleno en la puja por un mercado de $500 mil millones anuales.
IN: ¿Cómo explicar esa realidad…?
CA: Para comenzar, digamos que hay cierto temor. Eso no es un pecado… porque todos, en algún momento, sentimos temor a aventurarnos en nuevos retos o en la búsqueda de metas más altas.Lo que pasa es que la inacción en que nos hemos mantenido –como región- es seria; y eso es responsabilidad de todos: todos los que pudiésemos estar interesados en aspirar a más.
IN: Ahora bien, sobre el crecimiento que se registra…eso indica que algo bueno se está haciendo…
CA: Pero claro…a ver: En cada país se hacen cosas, se toman decisiones, se facilita la integración de cadenas productivas, etc. Pero eso, sumado a acciones que pudieran tomarse en conjunto –ofertando como región y no sólo como país- nos acercaría al gran escenario, donde todos los días ganan más y más, actores como Dubai, Malasia, Singapur, Polonia…
IN: Entonces, estamos frente a un paradigma, mantenernos protegidos, y cómodos, en cada uno de nuestros países, o atrevernos a atrapar peces mucho más grandes…
CA: Así es.
IN: Entre tanto, ¿qué diría usted que se puede hacer, en el corto plazo?
CA: Mucho. Por ejemplo, generar estadística, integrar sistemas, propiciar encadenamientos más y más verticales, con actores de todos los estratos y tamaños de operación, para propiciar una mayor competitividad, romper barreras, y no desestimar seguir mejorando la oferta inmobiliaria de alto valor agregado.
IN: Sobre eso último, ¿cuál le parece a usted que debe ser el norte?
CA: Especialización. Cada vez nos damos cuenta que hay industrias dispuestas a invertir muy fuertemente, en nichos muy específicos. Ciencias de la vida, tecnología de punta, etc, y a esos sin duda les parece mucho más atractivo un inmueble con todas las exigencias de sus certificaciones, por ejemplo, que uno que deba ser mejorado.
Integrar todos los valores agregados a esa oferta inmobiliaria primaria, debe ser la norma, y no excepciones.
IN: ¿Se refiere usted a un nivel casi de perfeccionamiento de la oferta inmobiliaria?
CA: Es el camino natural de todo proceso que busca la excelencia: superarse cada día, sin dejar de valorar opciones para hacerlo.
IN: Frente a este panorama, ¿será que vemos cambios en el corto plazo…?
CA: Pues quiero pensar que sí. Que si podemos cambiar y mejorar, claro que sí. Tenemos las capacidades y creo que todo el potencial para hacerlo.
Con base en la experiencia que hemos adquirido con el tiempo, en AMPIP, estamos muy seguros de que habrá grandes y muy gratos premios, para los países y las organizaciones –públicas o privadas- que se definan en pro de integrarse para competir a mayor escala.